¿Por qué se llaman los felices años 20?
La década feliz. Han pasado 100 años de aquellos años veinte que como un espejismo trajeron una felicidad que no fue duradera.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La década loca... la década feliz. Han pasado 100 años de aquellos años veinte que como un espejismo trajeron una felicidad que no fue duradera. Nuevos derechos; una nueva música que desafía todos los cánones y entregaba a los jóvenes a ritmos desconocidos, y convertía al mundo afroamericano en protagonista de las vanguardias más atrevidas. Las artes plásticas estallaron con nuevas formas, colores y líneas; y la literatura del momento recogió todo aquel crisol con obras gloriosas.
La mujer accedía al voto, se cortaba el pelo buscando formas insinuantes y masculinas; fumaba y asumía un papel seguro y desenfadado en la sociedad urbana. En Estados Unidos, la prohibición creaba la sociedad cruel y canalla de los mafiosos y los policías a vuelta de todo. La era dorada del gansterismo y de los bares clandestinos. La economía entró en un ciclo expansivo que parecía no tener fin.
Alemania -gracias a un nuevo espíritu de concordia- supo superar las rencillas del pasado y se reunía con el resto de Europa en un concierto pacífico que anunciaba que la guerra era cosa del pasado. Berlín se convertía en la capital alternativa de una Europa de vanguardias, e incluso -como relata Downton Abbey- la conservadora sociedad británica comenzaba a modernizarse al compás de los primeros gobiernos laboristas.
Había en aquellos años rugientes algo de huida hacia adelante para olvidar los horrores de la guerra y a tantos que ya no estaban. Clubs de legalidad dudosa con jazz y charleston... cigarros con boquillas eternas en las manos a la esperar de consumirse al son del foxtrot. Un sueño demasiado bonito para ser cierto, y que muchos -la mayoría- vieron desde la ventanilla del "todo sigue igual".
El despertar fue brutal. La crisis del 29 y el auge de los totalitarismos fue el despertar colectivo de una sociedad occidental atónita ante los horrores que se escondían tras aquel espejismo dry martini. La década de los 30 será en efecto el reverso tenebroso de aquellos felices años 20, que no volverán.
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