El fin de la II Guerra Mundial provoco una reconstrucción económica sin precedentes, ¿sería posible ahora?
La respuesta la dieron una generación irrepetible de líderes europeos, aupados en las lecciones,dolorosas y terribles de la guerra a escala global
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ya estamos pensando en el mundo post covid-19. Queda mucho trabajo por delante, por lo que parece, mucho estado de alarma y aunque parezca mentira, dos elecciones autonómicas, pero es evidente que el daño global producido por el virus será descomunal, e inédito en Europa desde la II Guerra Mundial. Esa cuyo final cumple ahora 75 años.
Hablamos de reconstrucción de la economía, del empleo, de la confianza, de superar una crisis de deuda, del futuro de Europa y de las preocupaciones en definitiva de cientos de miles de hogares, que ven tambalearse las seguridades en las que basábamos nuestra vida.
1945 trajo desafíos similares, aunque el origen no podía ser más diferente. Como causa de una economía postrada, los efectos materiales, humanos y morales de la Guerra: destrucción masiva de infraestructuras; perdida masiva y dramática de vidas humanas; desplazados; un continente dividido en dos, entre el yugo de la Unión Soviética y la deuda creciente de los vencedores con Estados Unidos. La situación no podía ser más desesperada.
La respuesta la dieron una generación irrepetible de líderes europeos, aupados en las lecciones -dolorosas y terribles de la guerra a escala global-, y acuerdos globales que sirvieron para alejar el fantasma de la guerra en beneficio de la colaboración económica. La amenaza del comunismo y de una inestabilidad endémica llevaría a Estados Unidos a una de las decisiones más importantes, poner en marcha el Plan Marshall, en el que se comprometió una parte nada despreciable de su poderío económico.
Todo ello hizo posible inaugurar uno de los periodos más gloriosos de la economía europea. ¿Será de nuevo posible?