El director de 'La Linterna', Ángel Expósito, analiza los últimos hechos sobre el Rey emérito Don Juan Carlos sobre el AVE a la Meca, ensalza las decisiones del Rey Felipe VI en los últimos meses y destaca el valor de la monarquía frente a quienes la critican incluso dentro del Gobierno.
El objetivo es la clave de la bóveda. La cuestión es acabar con el actual sistema de Jefatura del Estado. Casi la mitad del Consejo de ministros no lo ocultan.
El nuevo capítulo, de los muchos que han de venir, es que la Fiscalía del Tribunal Supremo investigará las comisiones, mejor dicho, la fiscalidad de las supuestas comisiones del AVE a la Meca por o tras la mediación del Rey Juan Carlos. La cosa se complica desde Suiza, Panamá, ¿te acuerdas cuando empezó todo este nefasto capitulo?
Exacto. En Botsuana. En la historia de la Institución y en la historia de España hay un antes y un después más que simbólico con lo sucedido en Botsuana. La mal llamada princesa Corina, aquel viaje, el accidente y la operación de cadera. Todo aquello fue el inicio de la abdicación. Y desde allí hemos llegado al día de hoy.
Recordemos que hace tres meses, solo hace tres meses, al inicio del Estado de alarma, el Rey Felipe rompió con su padre. Le retiró la asignación de Casa Real, renunció a cualquier posible herencia. La ruptura escenificada hace solo tres meses venía de muy lejos y anticipaba cosas y capítulos judiciales que están llegando ahora.
Expósito, sobre la Monarquía parlamentaria
Conviene recordar un momento clave en la vida política de España: El discurso del Rey hace casi tres años. Aquel discurso que detuvo, hasta donde se pudo, la locura independentista en Cataluña. Sin duda, otro antes y otro después para el propio Rey, para la Institución y ¡ojo! para los socios de Sánchez
Artículo 1 de la Constitución Española de 1978. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria. Esta es la cuestión: Articulo 1. Punto 3. Acabar con la Monarquía parlamentaria es acabar con el régimen del 78. Y el Rey emérito es el ariete.
La actividad de los Reyes durante estos tres meses está siendo muy interesante. Y estoy seguro de que molesta: Deportistas, mercados, ganaderos, empresarios, unidades militares, el hospital de IFEMA, centro de emergencias, encuentros con médicos, sectores económicos, políticos, con gente.
Pablo Iglesias tuiteó el pasado 14 de abril, día de la República: A todos los compatriotas que imaginaron un país, una república donde jamás viéramos a un jefe del Estado vestido con uniforme militar, porque es un representante del pueblo, donde el Ejército estuviera subordinado al poder civil. Entre su actividad, el Rey hace diez días, en el Día de las Fuerzas Armadas, de uniforme, por supuesto.
Esto arranca con la eliminación de la separación de poderes y termina con la desinstitucionalización del Estado. Esto es de primero de chavismo: Fiscalía, medios de comunicación, órganos judiciales, organismos económicos y de control, inteligencia, Guardia Civil y de ahí a la clave de la bóveda.
Y posdata. Casi la mitad del Parlamento español está por la labor. Y otra más, cuando se habla de República, así con toda la pompa, ¿A qué República se refieren? A saber, nombres oficiales. República popular de China, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, República Democrática del Congo, República bolivariana de Venezuela, República Islámica de IRAN, República Democrática alemana, República popular democrática de Corea (Corea del norte). ¿A qué Republica se refiere Pablo Iglesias? ¡Ah!, por cierto, en este tema, ¿Pedro Sánchez con quién va?