"Una Europa con la Europa del Este pariendo cada vez más ultras, cada vez más próximos a Putin y, a la vez, de ultraderecha
El director de 'La Linterna' analiza los problemas más relevantes del panorama internacional
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No es que pase, pero casi. Tal y como está el mundo, ¿qué quieres que te diga? Casi que paso, aunque sea un ratito, de Puigdemont, aunque sea quien manda, del Fiscal General del Estado, menudo ejemplo, o de Begoña, del "bro del artista".
Y es que cojo un Atlas, despliego el mapa Mundi y lo flipo. Uno, Ucrania. Se van a cumplir tres años de guerra. Recordemos que Putin empezó esta salvajada para invadir Ucrania. Bueno, pues tres años después tiene lo mismo que tenía. El Donbass y Crimea. Y, eso sí, cientos de miles de muertos, la mayoría rusos que le dan igual, y millones de refugiados, la inmensa mayoría ucranianas.
Dos, Oriente Medio. Un alto el fuego cogido con pinzas. Israel, que sigue con operaciones en Cisjordania. Hamás que suelta rehenes y cadáveres a cuentagotas. Ojo, siguen siendo unos terroristas. Y Hezbollah, hechos polvo, pero armados.
Tres, Donald Trump, el recién llegado a la fiesta. Digamos que ha empezado en su línea, como un caballo en cacharrería, pero no nos pongamos histéricos a las primeras de cambio. A Trump, sobre todo en clave exterior, habrá que analizarlo en uno o dos años. Habrá que ver qué pasa en Oriente Medio, en Ucrania, con México, por supuesto con un ojo en Canadá, en Panamá y en Groenlandia.
Cuatro, República Democrática del Congo como ejemplo del desastre en África. Como ejemplo perfecto de la guerra en mitad de la bomba demográfica africana. Otra vez, el coltán, el caos, la barbarie más atroz, los refugiados interiores y la inmigración hacia cualquier parte. Insisto, con una bomba demográfica que no ha hecho más que empezar.
Cinco, la Unión Europea, con las locomotoras Francia y Alemania en sendas crisis políticas nunca vistas. Una Europa con la Europa del Este pariendo cada vez más ultras, cada vez más próximos a Putin y a la vez de ultraderecha. Que puede salir mal. Una Europa entre Estados Unidos y China, con una guerra en la frontera este y un sur del Mediterráneo en llamas.
Seis, Venezuela, ya nos hemos olvidado del autogolpe de Maduro y del vergonzoso silencio, cobarde si no cómplice de España. Maduro se ha perpetuado ante la inutilidad de la comunidad mundial. ¿Te acuerdas de Edmundo González Urrutia? "¿Ande, andará?".
Siete, la OTAN, pendientes claro de Donald Trump, con un nuevo secretario general de la OTAN recorriendo el mundo, visitando a los socios, pidiendo más presupuestos y dinero en defensa. Un Mark Rutte, holandés, que ha sido minusvalorado hasta el ridículo. Menudo bajonazo por el gobierno de España. Y es que estuvo aquí antes de ayer y casi ni caso.
Ocho, antes he mencionado al Congo, África entera: Mali, Sudán, Burkina Faso, Níger. Mezcla el yihadismo, la miseria, el cambio climático, la corrupción endémica, más China, Rusia, una inmensa riqueza natural e, insisto, la bomba demográfica. La consecuencia directa de todo ello, la emigración masiva hacia el norte, que es el Mediterráneo, o hacia el oeste: Canarias.
Seis, Siria e Irán, claro. Una nueva Siria llena de incógnitas y unos ayatolás chiítas absolutamente derrotados en la región por Israel. Pero cuidadito que se rearmarán.
Y diez, mi postdata. Leo a Luis Ayllón en el confidencial digital: "Marco Rubio no ha llamado todavía a Álvarez, nuestro ministro de Exteriores, pero sí ha llamado a treinta ministros". Ojo, el nuestro no. El nuevo secretario de Estado de Estados Unidos ha hablado con los colegas del Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Polonia, Hungría, Dinamarca. También con algunos ministros de países árabes como Marruecos, Arabia Saudí, Egipto, Argelia. Por supuesto, también ha hablado con su colega Israelí, lo ha hecho con los homólogos de México, de República Dominicana. Quédate con el dato, eh. Marco Rubio, ministro de Exteriores de Estados Unidos ha hablado con treinta ministros de Exteriores de todo el mundo, pero no con el ministro de Exteriores de España. No me digas que no es curioso.