Expósito: "Cuando ocurre algo gordo en España, ¿quién manda? Se nos ha ido la pinza con la España de las autonomías"

La cifra de muertos, ojo, cifra de muertos oficial y provisional a la vez, asciende a 202 personas, solo en Valencia. Recuerda que hay otras tres víctimas más en Andalucía, en Albacete siguen buscando cinco cuerpos desde las primeras horas del desastre, el martes por la tarde. Te puedes imaginar. 

No hay palabras. Acabamos de llegar, esta mañana estaba sacando las botas, poniéndolas a secar para limpiar el barro, y decía yo, secando las botas... y miles y miles de valencianos secando alguna foto que haya conseguido rescatar, algún recuerdo y tirando la inmensa mayoría de ese tipo de cosas que todos tenemos en casa. En fin, solo caben los lamentos, el pésame, la solidaridad infinita y muchísimo trabajo por delante. 

Estos días en Valencia, seguramente como pasa siempre, estamos viendo lo mejor y lo peor del ser humano. Lo mejor, el 90% de las almas que deambulan por allí, que trabajan, que sacan barro, que te miran, te medio sonríen, algunos sueltan un despropósito, pero da igual. Lo mejor es el trabajo, la solidaridad infinita, la resistencia de esa gente y cómo se van queriendo los vecinos entre sí en una situación absolutamente insoportable. 

¿Y lo peor? Lo peor también. Porque es verdad que mucha gente ha entrado en los supermercados o en los comercios sencillamente a por agua, a por una garrafa de agua, se dice pronto. Pero es que también hay 70 detenidos, si no más, ya verás esta noche, detenidos por saqueos. Pero ya no en el supermercado, en el Mercadona de la esquina o en la Plaza del Pueblo, no, no, no. En joyerías, en comercios, en tiendas de bicicletas, da igual. Hay que ser hijo de... ¿Para en estas circunstancias ponerte a robar como un animal? ¿En qué cabeza cabe? 

Es impresionante, como digo, a pesar de toda la marcha infinita de voluntarios que van andando desde Valencia, cruzando los puentes que quedan, con escobas en mano, con garrafas al hombro, con la mochila con bocatas, para repartirlos al primero que se encuentre y que los necesita. 

¿Qué ocurre? Pues que esto claramente requiere organización. Una cosa es el voluntarismo y la solidaridad y otra cosa es liarla más todavía. Se abre un debate político más allá de si se avisó a tiempo o no. Evidentemente, no. De si se pudo calcular o no la magnitud de la tragedia de la DANA. Dicen los expertos que tampoco. Digo que se abre un debate político y que creo que es absolutamente verdad y tiempo habrá de plantearlo, pero no nos va a llevar a ningún sitio. 

Y es que, en esto de la España de las autonomías, sinceramente, se nos ha ido la pinza. El tema de la educación ya lo sabíamos. El tema de la seguridad es un disparate. Y en el tema de la sanidad, pues mira, quieras que no, gracias a la Organización Nacional de Transplantes, gracias a los profesionales, pues oye, lo van salvando. 

Pero cuando ocurre algo gordo, esto parece la película aquella cubana del Guantanamera, ¿te acuerdas? Cuando van con un cadáver recorriendo la isla y van pasando de provincia en provincia. ¿Quién manda? ¿Manda el Estado? ¿Manda la Guardia Civil? ¿Manda el general de la UME? ¿Manda un ministro? ¿Manda el presidente autonómico? ¿Manda el director general de Protección Civil Nacional? ¿Manda el director correspondiente de la comunidad autónoma? ¿Aquí quién coñ... manda? El gobierno ha estado más pendiente de su ombligo y de los socios y de sus escándalos que de la magnitud de la tragedia. 

En fin, tiempo habrá, como digo, para hablar de política. Para lo que no hay tiempo, ya es demasiado tarde. Es para encontrar a los desaparecidos y para seguir rescatando cadáveres.