Diego Garrocho: "Sospecho que quienes decidimos hacernos profesores fue porque, aunque tuviéramos que crecer, no quisimos dejar de ir al colegio"

¿Cuál es la misión de la universidad? Hoy celebremos el día de Santo Tomás de Aquino, quien además de ser uno de los teólogos más relevantes de nuestra tradición, es también el patrón de las universidades. Y me vas a permitir que hoy barra un poco para casa y que haya querido aproximar la filosofía de bolsillo para celebrar al doctor Angélico, patrón de alumnos y profesores. 

Ahora que crecen como setas las instituciones educativas y que a cualquier academia de piso con aspiraciones se le denomina universidad, creo que tiene sentido volver a preguntarnos cuál es la misión de la universidad. Y para hacerlo, qué mejor manera que retomar un texto que Ortega escribió hace casi un siglo, en 1930, pero que sigue estando perfectamente vigente. Para el filósofo madrileño, la universidad tenía tres misiones esenciales. 

La primera es la transmisión de la cultura. Las universidades deben ser espacios donde se custodian los fuegos sagrados de la civilización y donde se construye una tradición y una transmisión cultural. Solo subsidiariamente, la universidad tiene como misión formar a profesionales. Y esto es lo que distingue a las universidades de otros centros formativos. En cualquier caso, aunque no sea su principal objetivo, un centro universitario siempre debe comprometerse con las necesidades sociales y debe aspirar a formar a los profesionales de más alta cualificación. 

La tercera misión de la universidad, que en algunas ocasiones se olvida, es la investigación. Las distintas facultades no pueden conformarse con transmitir el saber que ya existe, sino que deben aspirar a ampliar las fronteras del conocimiento y para ello la investigación es capital. Recordemos que en el caso de España, el universitario es el sector que más investigación produce por delante de las empresas, del sector sanitario o incluso del Gobierno, lo que hace del universitario un ámbito estratégico también desde el punto de vista económico y social. Brindemos pues por el patrón de la universidad y celebremos el día de una de las instituciones capitales en la tradición occidental. Y te confesaré algo Ángel, en pocos lugares yo he sido tan feliz como en una aula universitaria y es que sospecho que quienes un día decidimos hacernos profesores fue porque aunque tuviéramos que crecer, nunca quisimos dejar de ir al colegio.