El divertido momento en el que los GEO evacúan a las misioneras que seguían en Kiev: "¿Otra vez vosotras?"

Las misioneras dominicas Antonia, María Jesús y María son unas de las muchas mujeres valientes que protgonizan el nuevo libro de Ángel Expósito: 'Mi abuela sí que era feminista'

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El divertido momento en el que los GEO evacúan a las misioneras que seguían en Kiev: "¿Otra vez vosotras?"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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‘Mi abuela sí que era feminista’, es el título del último libro de Ángel Expósito que hoy presentaba oficialmente junto a algunas de las mujeres que protagonizan los relatos. En este libro, el director de ‘La Linterna’ de COPE recuerda historias de mujeres valientes que ha conocido en la multitud de viajes que ha realizado por el mundo, durante su carrera profesional. Kiev, el Congo, Kabul o las Islas Canarias son algunos de los destinos que enmarcan vivencias de solidaridad y lucha, y que reflejan el verdadero sentido del feminismo.

Las misioneras dominicas que se resistían a abandonar la escuela infantil de Kiev

Durante la presentación oficial, Expósito ha recordado anécdotas con Antonia y María Jesús, misioneras dominicas de una escuela infantil de Kiev, Ucrania, que conoció en uno de los últimos viajes que ha realizado, antes de que estallara la guerra.

Antonia explicaba que llegaron a tener 220 niños hasta que se quedaron sin ninguno y decidieron regresar a Kiev en octubre: “Ya lo teníamos todo preparado para salir el día 17 y el día 10 hubo un ataque terrible y nos dijeron que no era la hora de ir, porque ya somos mayorcitas”.

María Jesús es de Cuatro Caminos, el mismo barrio madrileño que vio nacer a Expósito. “Eso imprime carácter y tenemos todos los caminos de la vida abiertos”, bromea la misionera con un tono cómplice. “Me enseñaste una cosa increíble, no lo olvidaré en mi vida”, le recordaba Ángel pidiéndole que explicara qué es lo que hacía con los niños ucranianos: “Aunque tenemos la dificultad de la lengua, los niños hacen teatros en español y pasaron a acogernos como madres y como abuelas. Lo hemos vivido con mucha alegría”. Llegaron a representar a Calderón de la Barca.

Aunque es complicado por la situación actual en Ucrania, las misioneras dominicas sienten que su lugar está en Kiev, continuando el trabajo y la ayuda que ofrecían a todos esos niños. María Jesús explicaba el gran deseo que sienten: “Yo tengo una hermana que tiene una discapacidad y que está deseando volver, esta mañana ha visto un reportaje en la televisión de Kiev y se le caían las lágrimas y me decía: ¿No vamos a volver? Que los niños nos necesitan”.

El divertido momento en el que los GEO evacúan a las misioneras que seguían en Kiev: ¿Otra vez vosotras?

Una petición, muchas llamadas solidarias y el gran poder de la radio

Cuando Expósito viajó a Kiev y conoció a las hermanas, ellas aprovecharon para pedirle ayuda. Necesitaban una caldera nueva. “Recuerdo que estábamos en febrero y la temperatura máxima era 15 bajo cero y la caldera no tiraba, estaba viejísima”, recuerda Ángel. Durante ese programa que estaban realizando, hicieron la petición a través de la radio, a través de la antena de COPE, y comenzaron a recibir llamadas, entre ellos el presidente de Naturgy, el presiente de Iberdrola, la Fundación Reina Sofía o un empresario de Sevilla ofreciéndose a poner la caldera. Las llamadas seguían llegando y el director de ‘La Linterna’ cuenta qué decidieron hacer: “Cómo ya estaba adjudicado, lo que empezamos a hacer es pedir el dinero. Conseguimos la caldera y la pasta que cuesta la caldera, y seguimos sumando”.

Cuando finalizaron la charla, Ángel se enteró de que las misioneras no se habían atrevido a pedirle un ascensor. “Las tres monjas se dividían los pisos en función de lo que le dolían los huesos y se iban turnando para subir y bajar menos escaleras”, explica Expósito y María Jesús, con un tono alegre, le cuenta que “ya están instalándolo y acaban de hacer el hueco del ascensor para cuando volvamos”.

Una evacuación de los GEO con un toque de surrealismo

Antonia estaba convencida de que no iba a estallar la guerra en Ucrania: “Siempre decía hasta el final”. Hace un año, las monjas se fueron a buscar un banco para ingresar el dinero de la caldera cuando no pudieron hacerlo porque ya las tarjetas no funcionaban. Apuraron tanto el tiempo que recibieron una llamada de la embajada que les preguntaba si estaban dispuestas a quedarse o si querían salir de allí. La respuesta de las misioneras fue clara: “Quedarnos, porque no pensábamos que iba a haber guerra. Al día siguiente hubo un bombardeo en el aeropuerto, tal día como hoy”. Las misioneras volvieron a recibir la llamada de la embajada que estaban evacuando a todos los españoles, a lo que ellas contestaron: “¡Pero si no hemos desayunado!”, recordaba Expósito ante las risas de los presentes.

Cuando estalló la guerra, a pesar de que no querían abandonar el país, fueron los GEO la que tuvieron que sacarlas de allí. Lo gracioso es que cuando llegaron a su casa, uno de los GEO, Ángel, reconoció a una de ellas que ya tuvo que evacuar en el pasado, en Kinsasa hace más de 20 años: “Yo me imagino al GEO diciendo: ¿otra vez vosotras?”. María Jesús relataba cómo fue el viaje hasta Polonia que describía como “movidito” junto a los GEO, de los que destaca “su sensibilidad” por el buen trato que recibieron.

“Es un honor que forméis parte de este libro”, finalizaba la entrevista Expósito agradecido con las misioneras dominicas por su labor y enseñanzas de vida. Ellas le devolvían el mensaje: “Te queremos agradecer a ti y a tanta gente que colaboró… con ese dinero seguimos ayudando a nuestros niños en España, en Polonia, En Holanda, en Alemania, En América…” Antonia, María Jesús y María, que no ha podido estar en la presentación, son tres de las protagonistas del libro ‘Mi abuela sí que era feminista’, donde el lector descubrirá historias de mujeres que desmontan el empoderamiento de postureo con su ejemplo de vida.

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