La heredera de una famosa marca de bebida fallece en un accidente y su familia recibe unas cartas "increíbles"
Expósito relata en La Linterna cómo un trágico accidente de tráfico terminó cambiando la vida de una familia, que decidieron honrar a su madre
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El director de La Linterna, Ángel Expósito, contaba hace unos días la historia de la heredera de una famosa marca de bebidas, una que ha terminado inspirando a toda su familia. Y es que hace unos 25 años, y tras un trágico accidente de tráfico, Ana María dejó a su familia antes de tiempo. Pero, unas cartas que llegaron hasta la casa familiar en los días posteriores, terminaron marcando a sus hijos y les empujó a comenzar un nuevo camino, como explica uno de ellos en COPE
Y es que se trata de una historia de hoy nos traslada hasta Cuba. En 1940 nace Ana María Bacardí. "Te suena el apellido, ¿verdad?", apuntaba el director de La Linterna con ironía. Y es que se trata de la heredera de una de las destilerías de alcohol más famosas de todo el planeta. Una mujer que dedicó gran parte de su vida a ayudar. Cuando cumple 20 años, por circustancias políticas, se exilia en España. Aquí conoce a su marido, Juan Ángel Regojo. Juntos, forman su familia y tienen 5 hijos en la ciudad de Valladolid. Pero desgraciadamente en 1998. Ana María Bacardí fallece en un terrible accidente de tráfico.
Las cartas tras la muerte de Ana María
"Pasan unos días y, de repente, sucede algo increíble", explica el director de La Linterna. Empiezan a llegar cientos de cartas, de todo el mundo, a la casa familiar. Querían agradecer toda la ayuda que Ana les había brindado a lo largo de su vida. Ahí se dan cuenta de que la labor de su madre, tenía que continuar. ¿Cómo? Mediante la Fundación FABRE.
"Mi madre de repente, joven y, a su muerte, comienzan a empezar a llegar a casa cartas de gente a la que había ayudado mi madre. Sabíamos que mi madre era buena, pero esto tenía una dimensión importante y no lo podíamos perder, por lo que iniciamos la fundación", explica Gracia, una de las hijas de Ana María.
Dedicó toda su vida a su familia, a sus amigos pero, sobre todo, a echar una mano al más necesitado. Para ella era imprescindible que todas las personas tuvieran las mismas oportunidades. Y eso precisamente es a lo que dedicó toda su vida: a ayudar. Por eso, cuando falleció a los 58 años, la gente se volcó en arropar a su familia mediante esas cartas. Rápidamente decidieron actúar y crear FABRE. Un nombre que, por cierto, surge del acrónimo Ana Bacardí de Regojo, el nombre completo de Ana.
El trabajo de FABRE en todo el mundo
FABRE es una institución que se dedica a prestar ayuda por todo el mundo. Aunque sobre todo trabajan en Bolivia, Guatemala, Perú, Cuba y Costa de Marfil. El primer proyecto que llevaron a cabo -al poquitín de crear la Fundación- fue en CUBA, el país de nacimiento de su madre.
Mandaron varios contenedores llenos de recursos para que gente que no tenía ni para comer, tuviera la posibilidad de hacerlo. Este fue el primer proyecto propio, que iban compatibilizando con mandar ayudas económicas a otras entidades. "La gente nos solicitaba ayuda para sus fundaciones y entidades para distintos proyectos. Pero después, al cabo de unos años y con personal en la fundación, arrancaron nuestros propios proyectos y empezamos a conocer nuevas realidades. En cuanto empiezas es un no parar", explica Gracia en La Linterna.
Conforme ayudaban crecían las necesidades a cubrir y, con ello los proyectos. Bolivia también recibe la ayuda de la Fundación. Desde que están trabajando sobre el terreno, la vida de muchas personas es mucho mejor. La Hermana Simeona Guzmán ha notado esta mejora en muchos sentidos. "Nos ha ayudado en todo, cómo cuidarnos de la violencia, del Covid, del cáncer... Como hacer nuestros propios proyectos de protección".
Muchos proyectos, muy diferentes y adaptados a cada lugar del mundo donde colaboran. Pero en España también los desarrollan. En este caso son diferentes. Colaboran con bancos de alimentos, en colegios, residenciasl... Y una labor fundamental de voluntariado. Gloria nos ha explica en La Linterna cómo son esas acciones. "Por una parte tenemos voluntariado y por otro educación para el desarrollo y sensibilización: sembrar valores de solidaridad". Una de esas acciones, por ejemplo, se llevó a cabo en una residencia de Navarra. Un grupo de jóvenes visitaron voluntariamente este centro, junto a la Fundación.