Jorge Morales explica cuándo notarás en tu factura los efectos del acuerdo de la UE para el mercado eléctrico
El experto energético explica en La Linterna si, tras este acuerdo, los hogares españoles notarán una bajada de los precios en sus facturas de la luz y cuándo lo harán
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los países de la Unión Europea consiguieron hoy desbloquear la reforma del mercado de la electricidad, enquistada por un enfrentamiento entre París y Berlín a propósito del trato que debe concederse a las centrales nucleares. La Presidencia española del Consejo de la UE logró el acuerdo de todos los países, salvo Hungría, que se abstuvo, con una propuesta de última hora que logró despejar las dudas de Alemania sobre las posibles ventajas competitivas que podría obtener Francia a través de sus centrales atómicas.
El acuerdo de la UE para reformar el mercado eléctrico y cómo te afecta
Jorge Morales, experto energético, explica en La Linterna si, tras este acuerdo, los hogares españoles notarán una bajada de los precios en sus facturas y cuándo lo harán: “Este es un acuerdo del Consejo Europeo y queda la discusión con el Parlamento -aunque las posiciones están muy cerca-, y esto acabará en una directiva comunitaria. Hasta este momento suelen pasar entre uno y dos años, por lo que estamos hablando de algo que nos afectará, pero de 2025 en adelante”.
Sobre la bajada del precio, el experto recuerda que en España, tres cuartas partes de la producción eléctrica no tienen nada que ver ni con el gas ni con el petróleo y, sin embargo, el precio que pagamos todos los días sí que depende del precio del gas y del petróleo: “El acuerdo de los Veintisiete es precisamente esto. Dicen que las centrales renovables y nucleares que se vayan a poner nuevas en Europa, en los próximos años, que tengan -a ser posible- un precio fijo”, puesto que sus costes no dependen en absoluto de lo que suceda con el gas y el petróleo.
¿Se reducirá el precio a partir de 2025?
“Podría ser menor, pero no necesariamente será menor por una razón”, advierte Jorge Morales, ya que no está nada claro si las centrales actuales van a intervenir o no en este proceso: “Si en España estamos construyendo centrales nuevas -principalmente solares y eólicas-, e instalamos de un orden del 2-3% de la energía cada año, si este nuevo mecanismo de precios estables a largo plazo solamente aplica a ese 2-3% de la energía, lo vamos a notar muy poco”, sin embargo, si se aplica en las tres cuartas partes de la energía, tendríamos unos precios mucho más estables en el recibo de la luz: “Me temo que las eléctricas no quieren que les aplique este precio fijo a las centrales que ya tienen construidas”.
Existen dos mecanismos para estabilizar esta reforma del precio de la luz. El primero es a través de contratos privados entre las partes: “Los grandes centros de datos, como Google o Microsoft, llevan años firmando acuerdos privados con empresas que producen energía renovable. Por ejemplo, viene un productor renovable que quiere construir y quiere construir una planta para la que tiene que invertir 200 millones de euros y Google le compra la energía”. En este caso establecen un contrato entre ellos a largo plazo y esto se encuentra fuera del mercado controlado por el Gobierno.
La segunda opción es a través de contratos por diferencias. Jorge explica que “es lo mismo, pero, en lugar de que el comprado sea una empresa privada, es el Estado que, técnicamente, somos todos los consumidores de energía”. El acuerdo de la UE que se ha aprobado esta semana dice que cuando se construyan nuevas estaciones renovables, que no tengan un contrato de los privados, estarán sometidos a un contrato por diferencia en el cual los consumidores actuaremos de reguladores y seremos los beneficiarios de ese precio fijo a largo plazo.
Otros detalles del acuerdo
El texto final de la reforma, concebida al calor de la crisis de precios de la energía de 2021 y 2022, tendrá que negociarse con el Parlamento Europeo con el objetivo de finalizar la reforma antes de que acabe el año.
La Comisión Europea, los Estados miembros, el Parlamento Europeo y la industria eléctrica querían acometer el ajuste de mercado y coincidían en las grandes líneas: facilitar el despliegue masivo de renovables con precios baratos y estables a largo plazo para acercar a la UE a sus objetivos climáticos y para alejarla de los hidrocarburos de Rusia.
Pero durante meses ha persistido un desacuerdo con una doble vertiente. Por un lado hay una dimensión ideológica que enfrenta a Francia con Alemania a propósito de la energía nuclear y, por otro, la desconfianza competitiva entre las dos grandes economías de la Unión Europea.
En concreto, los Veintisiete acordaron que los contratos por diferencia (CfD) se puedan aplicar a todas las nuevas instalaciones de generación, las que amplíen su capacidad y las que extiendan su vida útil, independientemente de si se refiere a plantas nucleares u otras tecnologías.
Pero respetando que en algunos casos los CfD no se apliquen de forma automática a las plantas existentes, sino que pasen por el filtro de control del Ejecutivo comunitario "de acuerdo con lo que hoy ya existe" pero con "una serie de criterios que simplifican todo el tratamiento", explicó Ribera en rueda de prensa.
Tendrán, por tanto, que obtener el visto bueno de la Comisión Europea a la luz del régimen de ayudas de Estado en el caso de que no haya competencia -como suele ocurrir en el caso de la construcción de plantas nucleares- y en el caso de las ampliaciones, el nuevo esquema se aplicará solo a la parte proporcional de la inversión en nuevos activos.