Los cuatro pilares en la educación de tu hijo para evitar que acabe siendo agresor o víctima de bullying
Wendy, profesor y exdirector del colegio de Santa María de la Providencia, explica en La Linterna de COPE cómo se puede prevenir el acoso escolar desde la infancia
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Por favor, parad el acoso, dejad a las personas ser quienes son. Stop Bullying”. Estas palabras son las que podían leerse en la carta de despedida de Claudia. Tenía solo 20 años cuando decidió suicidarse hace solo unos días en Gijón. El acoso escolar aumenta un 52% el riesgo de suicidio en los chicos y un 37% en las chicas.
Uno de cada cuatro alumnos ha sufrido acoso escolar en algún momento de su vida y lo peor es que también 1 de cada 4 dice que podría haber participado en bullying, aunque fuera sin darse cuenta. Solo 3 de cada 10 niños víctimas de acoso asegura haber recibido apoyo del colegio y 7 de cada 10 piensan que no se está abordando el problema como debe hacerse.
Las claves para prevenir el acoso escolar
Wendy, tutor de sexto de Primaria en el colegio de Santa María de la Providencia, fue director del centro durante 9 años y explica en La Linterna de COPE cómo se pueden prevenir este tipo de casos: “Todo lo que hagamos es poco”, advertía el profesor antes de señalar la lista de acciones que se deben tomar para evitar los casos de acoso en el futuro: “Lo primero es concienciarles desde infantil, también a toda la comunidad educativa, -de padres a profesores- y hacer todo lo que esté en nuestra mano", señala el profesor mientras destaca cuatro pilares fundamentales en la educación de los menores: "Es importante darles a los niños las herramientas de actuación -que ellos sepan en qué casos pueden estar siendo víctimas de acoso-, trabajar los valores a diario, crearles esa personalidad y que sepan lo que está bien y lo que está mal. Es importante que ellos se sientan escuchados y que nunca se sientan juzgados cuando te cuentan algo”.
En muchos de los casos de acoso escolar, es el alumno que la está sufriendo el que debe cambiarse de centro para que esta situación termine. Según Wendy, durante los años en lo que él fue director, nunca se actuó de esta forma en su colegio y tiene claro que esta nunca debe ser la forma de proceder: “No sirve de nada concienciar a los alumnos y luego dejar el agresor y dejar a la víctima que se vaya. La víctima tiene que ser arropada y visibilizarlo para que los demás sean conscientes de lo que está pasando”.
El bullying es un tema complejo, ya que los agresores, en algunos casos, son menores víctimas de algún tipo de violencia -ya sea física o psicológica- en sus hogares: “Muchos de los niños que empiezan a ser agresores han sufrido episodios de violencia. Hay veces que rompen y te cuentan cosas que han vivido y eso les hace llegar a actuar de esa forma aunque no sean conscientes”, apunta Wendy sin quitarle gravedad a los actos que cometen contra sus compañeros.
El profesor destaca que el tema del acoso es responsabilidad de todos: “Lo tengo claro. Es lo peor por lo que puede pasar un niño y es un problema social. Todos deseamos que nunca desencadene en lo peor, pero la solución es parte de todos”. La solución pasa por la educación y la concienciación, pero también por superar el tabú: “A las víctimas hay que darles mucha confianza. El alumno tiene que saber que lo tiene que decir. Ellos tienen que saber que no pasa nada, que no van a ser señalados, y que todo tiene solución menos la muerte. Hay que escucharles”.
En el colegio de Santa María de la Providencia han implantado un programa de alumnos ayudantes y mediadores que ha permitido visibilizar el problema y conseguir reducir de una forma clara los casos de acoso escolar.