El motivo por el que hay más fallecimientos por suicidio en adolescentes varones: "Es atroz"
La neuropsicóloga Aurora García Moreno explica en La Linterna de COPE cuáles son los factores de riesgo qué pueden provocar el suicidio en adolescentes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Por primera vez desde que se puso en marcha el teléfono de la Fundación ANAR, las llamadas relacionadas con los problemas de salud mental superan a los de la violencia. En 2022 atendieron casi ocho mil consultas relacionadas con conductas suicidas.
Álvaro tiene 26 años y ha intentado quitarse la vida en tres ocasiones. Ha contado su historia en Mediodía COPE. Hace menos de un año se subió a un coche y aceleró al máximo para terminar con todo. Por suerte, frenó: “Lo que me ha echado para atrás siempre ha sido el pensar que lo peor del mundo tiene que ser enterrar a un hijo o a un hermano. En ese momento no lo dije porque no estábamos muy bien económicamente y no me podían ayudar”. Álvaro no supo pedir ayuda a tiempo. Tampoco quiso contar a sus padres cómo se sentía para no preocuparles. Por eso pide que los demás no cometan el mismo error: “Cuando tienes muchas preocupaciones día a día, se hace una bola y la bola hay que pincharla cuanto antes porque se hace muy grande”.
"Las chicas piensan más en el suicidio, pero hay más fallecimientos de chicos"
La neuropsicóloga Aurora García Moreno explica en La Linterna de COPE qué es lo que provoca el suicidio en jóvenes: “Es un factor de riesgo tener antecedentes familiares con intento de suicidio o que padezcan algún tipo de trastorno de salud mental como depresión o ansiedad”. Además de estos desencadenantes, la Covid también ha disparado los casos en adolescentes, “aumentando los casos de autolesiones y depresión”. Otros factores pueden ser las “situaciones traumáticas durante la infancia -como el acoso escolar, la sobreprotección o maltratos- pueden desarrollar conductas suicidas al llegar a la adolescencia”. Las chicas piensan más en el suicidio, siendo común la ingesta de drogas o medicamentos, pero los fallecimientos son más comunes en chicos “porque estos usan métodos más letales”. Ángel Expósito reaccionaba ante este dato: "¡Qué estadística más atroz!"
Las redes sociales, según los estudios, no se consideran un factor de riesgo, pero Aurora apunta a que “un buen uso y no un abuso, pueden prevenir”. A través de las pantallas, los jóvenes acceden a cualquier tipo de información muy fácilmente y esto hace que se vuelvan sensibles a los comentarios que puedan recibir de otras personas y que “genera tristeza, ansiedad e, incluso, depresión”. Aurora destaca la importancia de que las familias controlen el tiempo que sus hijos pasan en las redes sociales para “evitar el aislamiento social que puede derivar en estas conductas”.
La adolescencia es una etapa compleja de construcción de la personalidad y esto genera en los adolescentes mucho estrés y preocupación por hacer las cosas bien. La neuropsicóloga explica el perfil de los jóvenes que están en riesgo: “Los que sufren grandes cambios en sus hábitos, como problemas familiares o con sus compañeros, tienen más riesgo de tener este tipo de pensamientos. También es más frecuente en chicas que hayan sido víctimas de agresión sexual y aquellos que tienen antecedentes de autolesiones”.
Las señales que alertan de riesgo de suicidio en adolescentes
“No en todos los jóvenes hay señales que alerten de que quieren suicidarse”, admite Aurora García Moreno. “Cuando una persona piensa en el suicidio no significa necesariamente que quiera morir, sino que sufre más de lo normal en ese momento. En otras personas se observan señales como un cambio de conducta en su rutina habitual -por ejemplo, dejan de hacer cosas que antes les producía bienestar-, están más irritables, algunos comienzan a consumir drogas o alcohol”. La neuropsicóloga muestra cómo hay que estar también alerta en determinadas situaciones: “Cuando el adolescente está pasando por un duelo como puede ser la muerte de un familiar o una ruptura, aquellos que tienen problemas en el instituto o los que están viviendo una situación familiar difícil”.
La ayuda psicológica es clave para conseguir ayudar a los adolescentes que se planteen el suicidio: “Primero hay una evaluación para ver los motivos de estos pensamientos y los antecedentes familiares. Después, se diseña un plan de seguridad para saber a quién recurrir antes y después de una crisis suicida. También se puede trabajar sobre la restructuración cognitiva para que el paciente vea que existen otras alternativas menos negativas de ver las cosas”. El objetivo final de las terapias es conseguir un refuerzo positivo durante los momentos críticos y el aprendizaje de alternativas.