La terrible afección con la que ha llegado un migrante a El Hierro y por la que no ha podido ser atendido en el hospital: por culpa del cayuco

Yasmine. Así se llama la niña milagro de Lampedusa. Su historia ha dado la vuelta al mundo.

Las televisiones italianas abrían las noticias con esta niña de tan solo once años que partió desde Sfax, en Túnez, con otras 45 personas a bordo de una patera que pretendía cruzar el Mediterráneo para poder llegar a Europa.

Pero tras cuatro o cinco días navegando, la embarcación se hundió. Después de tormentas, con más de 20 nudos de viento y olas de hasta cinco metros de altura, era casi imposible que alguien pudiera sobrevivir. Sin embargo, esta pequeña se aferró a la vida. Flotando en el mar con un chaleco salvavidas agarrándose a una cámara de aire que la mantenía a flote, aguantó durante tres días a la deriva.

Cuando estaba a unas diez millas de la isla italiana de Lampedusa, la tripulación se encontró en medio de la noche con una mancha naranja que destacaba al fondo. Era ella.

Perdió a su hermano durante el naufragio. Cuando subió a la embarcación estaba helada, temblando y con graves signos de hipotermia.

Los guardacostas y la policía italiana continúan buscando posibles supervivientes o rastros del naufragio, pero hasta el momento no han encontrado cuerpos ni restos de ropa en la zona.

Se calcula que más de 2.000 personas murieron o desaparecieron en lo que va de año en el Mediterráneo central en su peligroso camino hacia las costas europeas. Eso que al menos sepamos porque seguro que hay muchísimas más. Y gran parte de todos estos inmigrantes eran menores con toda la vida por delante. La muerte y la tragedia también están en la ruta Atlántica.

Unas cifras que asustan

Según la ONG Caminando Fronteras, al cierre del primer semestre de este año más de cuatro mil personas habrían fallecido intentando llegar a España. Muchos parten de Senegal. Precisamente, hace unos meses encendimos La Linterna desde allí.

La realidad es que Canarias ha vivido el mes de noviembre con más llegadas de todo el año con más de siete mil inmigrantes. De todos ellos, más de mil son menores que son acogidos en unos centros que continúan colapsados. Mañana se tratará el tema en una nueva Conferencia de Presidentes.

Pero, ¿cuál es la situación ahora mismo? ¿Cómo se hace el reparto de menas hacia otras comunidades? Hoy hablamos de nuevo de inmigración y de la situación de los menores no acompañados en nuestro país.

En estos últimos meses nos estamos olvidando de que estamos a punto de batir un récord histórico sobre las llegadas de pateras a España.

Nos fijamos en el puerto de la Restinga de la isla de El Hierro, el punto más al sur de Europa y epicentro de este drama migratorio. Allí contaban los que saben que no hablamos de barcos negreros sino que desde las costas africanas estos inmigrantes son llevados mar adentro en “cayucos taxis” y después los dejan a bordo de estos inmensos cayucos para que naveguen línea recta hasta El Hierro. Un camino que muchos no logran terminar.

Se calcula que en este último año a esta isla de poco más de 11 mil habitantes, habrían llegado hasta 22 mil personas y fallecido más de 200. Y este 2024 todavía no ha acabado.

Muchos de los que han llegado estas últimas semanas han tenido que ser trasladados al hospital Nuestra Señora de los Reyes, en la localidad de Valverde, la capital de la isla, a unos 20 kilómetros de La Restinga.

Inmaculada Mora es doctora de Urgencias del hospital y nos explicaba cómo están haciendo su trabajo para poder dar cobertura a todos.

La necesidad de ayudar a todos los que llegan al hospital

Contaba la doctora que anoche tuvo que hacer una guardia de 24 horas y que, desgraciadamente, tras tantas horas de trabajo, sus compañeros siguen en la misma línea. “No paré de salir en la ambulancia y el hospital se encuentra colapsado” decía. 

Dice que están, a todas luces, desbordados, y que no saben qué más hacer para poder atender a todos. Por eso, desde el hospital se han visto obligados a tomar una drástica decisión: abrir el salón de actos para hospedar a algunos pacientes. “Las camas están llenas, no solo de migrantes, sino de población local porque estamos en mitad de una epidemia de gripe A” aseguraba.

Con estas condiciones ambientales, aseguraba, muchas embarcaciones que llegan apenas pueden flotar. “La que peor llegó ayer estaba a rebosar de agua, llegó casi hundida, uno de los pacientes estaba lleno de gasolina y lo tuvimos que trasladar a Tenerife” decía.

“Hay muchos niños pequeños, jugando con juguetes, pelotas...Llegó una señora embarazada con el embarazo casi a término, ella venía en una situación comprometida, es un parto de riesgo” contaba.

Como te digo noviembre ha batido todos los récords. Probablemente este 2024 se convierta en el año con más llegadas de migrantes irregulares a Canarias. Las cifras de menores no acompañados también son históricas. Jamás se habían contabilizado más de mil en 30 días. Hablamos de chicos que tan solo buscan un futuro mejor lejos de su país.