El trastorno digestivo que podrías estar sufriendo y que supone "hasta un 30%" de los dolores de estómago
El doctor Esteban Pérez Almeida explica en La Linterna de COPE en qué consiste la dispepsia funcional y cuáles son los tres principales síntomas
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Siempre hemos oído que nuestro aparato digestivo no solo se ve afectado por enfermedades objetivas desde un punto de vista radiológico o de laboratorio, sino que también en él repercuten afecciones como los trastornos afectivos u otros procesos mentales que le afectan directamente: la denominada dispepsia funcional.
El doctor Esteban Pérez Almeida explica en La Linterna de COPE en qué consiste este trastorno digestivo: “La dispepsia funcional es un término que en el argot médico utilizamos para los síntomas recurrentes de malestar estomacal que no tienen una causa obvia. La dispepsia funcional también se denomina dispepsia no ulcerosa". El doctor destaca la importancia de comentar que “la dispepsia funcional es habitual dentro de la patología del aparato digestivo, llegando a representar hasta un 30 % de las consultas del especialista y es complicado su diagnóstico, ya que es una afección constante, pero los síntomas no se manifiestan todo el tiempo”.
La función primordial del aparato digestivo es el procesamiento de los nutrientes para el aprovechamiento de lo que necesitamos y el desecho de lo que no nos hace falta: “En este proceso también está el cerebro, por lo que debemos de entender cómo el sistema digestivo es la caja de resonancia de todo lo que ocurre en nuestro cerebro”.
Los síntomas de la dispepsia funcional
Los síntomas pueden ser muy variados, pero Esteban Pérez Almeida destaca los tres grupos más frecuentes
Causas principales de este trastorno digestivo
“De entrada hemos de decir que no se conocen las causas de la dispepsia funcional, de modo que las pruebas diagnósticas de rutina quizás no muestren problemas ni causas. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en los síntomas”, advierte el doctor. Es a partir de ese momento de “frustración”, por no haber tenido un dato objetivo tangible, cuando el médico debe de empezar a indagar en procesos relacionados con el día a día, en el mundo laboral, o en el escolar en caso de niños, en el entorno familiar con las relaciones de pareja o de padres e hijos o en otro proceso de la esfera psiquiátrica que pueda estar provocando los síntomas: “Cuando damos con la tecla hay que proceder al siguiente paso, que no es otro más que coger al toro por los cuernos”, además de iniciar un tratamiento farmacológico para paliar los síntomas”.