Sucesos en La Linterna: Investigados el expresidente de Panamá y cuatro guardias civiles por espionaje
El grupo de agentes, que colaboraba con una empresa de seguridad, recibió el encargo según ellos directamente del político de seguir a la mujer, para vigilarla y darle protección
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Julio de 2020. Una mujer de origen canadiense pero vecina de Palma denuncia ante la Guardia Civil que un grupos de individuos la está siguiendo y acosando. Cuenta que han llegado a poner en peligro su integridad física y la de su entorno. No es la primera vez que denuncia. Después de año y medio agentes de Asuntos Internos viajaron a Mallorca y este lunes y detuvieron a cuatro guardias civiles destinados allí, además de a un vigilante, que se hacía pasar por militar y al dueño de una empresa de seguridad. Los acusan de espiar a cambio de dinero y dádivas a la novia de Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá, por encargo de este. Uno de los agentes y el dueño de la empresa han ido a prisión.
Con la denuncia de ella. Había tenido una relación con Martinelli, volvió a la isla y aseguró que la vigilaban y la seguían los funcionarios le colocaron un geolocalizador a la señora, que no sabía nada, y fue seguida y espiada durante días. El día 8 de julio los guardias crearon un grupo de WhatsApp bautizado como ‘Operación Cacatúa’ y un agente se identificó como Puma II, segundo en la jerarquía del equipo que se había formado. El político centroamericano interviene en el grupo y se cruzan algunos mensajes relativos a la forma de pago por los servicios prestados.
El expresidente, en los mensajes, recibe el apodo de ‘Zeus’. La víctima residió en el Pont d’Inca (Marratxí) y fue espiada allí. También, por ejemplo, cuando salió a navegar con una moto acuática. O en otras muchas actividades. En el sumario se destaca que uno de los guardias civiles detenidos se ofreció a «utilizar a su hija» para que participara en las tareas de vigilancia a la mujer: «Puedo ir con ella y no sospechará el objetivo», escribió el acusado. La mujer detectó que la estaban siguiendo y denunció estos hechos hasta en tres ocasiones ante la Policía Nacional, el Juzgado de Instrucción número 4, que se encontraba en funciones de guardia, y ante la Guardia Civil.
Entre 150 y 200 euros por día, colocaban balizas y aprovechaban su condición de guardias civiles para colarse en algunos sitios. Estaban destinados en los puestos de Calvià, Marratxí y Palma. Algunos trabajaban en el aeropuerto de Son Sant Joan o en el Palacio de Marivent. También hay fotos en la que alguno de ellos aparece fotografiado en Panamá con el expresidente, se supone que le habría regalado el viaje. Las primeras diligencias las abrió el Servicio de Información y después fue Asuntos Internos quien se hizo cargo del caso.
El grupo de agentes, que colaboraba con una empresa de seguridad, recibió el encargo –según ellos directamente del político– de seguir a la mujer, para vigilarla y darle protección en caso necesario. Los agentes realizaron el primer servicio, según fuentes de la investigación, de forma gratuita como un regalo hacia el expresidente panameño. Fue en Port Adriano. El propio político les envió imágenes de la mujer a la que tenían que seguir. Objetivo fácil. Enseguida la localizaron en un restaurante y a partir de entonces empezaron a seguir todos sus movimientos.
Uno de los imputados solicitó a sus compañeros que tomaran precauciones para evitar que la perjudicada los detectara. Otro de los guardias civiles se quejaba de que faltaban efectivos para las labores de espionaje y pidió refuerzos. «Una sola persona es insuficiente, así no se puede prestar un servicio en condiciones», protestaba. En uno de los seguimientos la mujer circulaba por la salida de Portals Nous a la autopista. Uno de los investigados bromeaba por chat sobre la velocidad a la que iba: «Corre como Alonso». También parece que llegó a mantener uno de ellos algún tipo de relación sexual con la espiada.
A través de los chats compartían sus posicionamientos, imágenes de los coches en los que se desplazaba, los barcos a los que iba y de las personas que la acompañaban. Cada uno de los operativos, según consta en un informe de Asuntos Internos de la Guardia Civil, recibió una compensación económica por controlar las actividades que llevó a cabo la amiga del expresidente, que les enviaba las ubicaciones que le iba mandando ella
Junto a los seis detenidos hay otros cinco investigados, entre ellos Martinelli que es quien supuestamente paga a través de la empresa de seguridad. Se sabe que al dueño le conocía. Organización criminal, coacciones y revelación de secretos.