El drama de llegar a Europa: las cinco historias de migrantes que te hemos contado en COPE

El lunes ofrecimos una programación especial para poner nombres y apellidos a los miles de migrantes que llegan cada semana a nuestras costas

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Dos de los 122 ocupantes del último cayuco de migrantes que llegó este viernes a la isla canaria de El Hierro han fallecido en las últimas horas a causa del mal estado de salud tras la travesía desde las costas de África, han informado fuentes de los servicios de emergencia. El cayuco fue localizado en la madrugada del viernes a unos 15 kilómetros del puerto La Restinga, donde diez de sus ocupantes fueron atendidos por presentar síntomas de deshidratación y otro más fue trasladado al Hospital Virgen de los Reyes.

Dos fallecidos que, lamentablemente, se unen a las más de 1.700 personas que murieron intentando llegar a las islas el año pasado.

40.000 personas son las que han llegado en patera a nuestro país en lo que va de año. 40.000 inmigrantes que han dejado su vida atrás, su familia y todo lo que conocen, para encontrar un futuro mejor y más prometedor. Unas llegadas que han crecido un 45% con respecto al año pasado y que hace que, ahora mismo, la ruta canaria sea la elegida por todos ellos, con casi 30.000 personas llegando a sus costas.

Es la ruta mayoritaria para los que llegan de África, pero, también, la más mortífera. Y es que se estima que más de 1.700 personas murieron en el intento de llegar a nuestras costas en el 2022, lo que se traduce en cinco muertes al día. Una auténtica barbaridad.

Y sí, los números no hablan de nombres ni de apellidos, pero detrás de todos ellos, hay infinidad de historias que merecen ser contadas. Por eso, en COPE hemos puesto esos nombres y apellidos que tanto nos faltan con el Drama de llegar a Europa. Historias que este pasado lunes contamos en antena con una programación especial, y que hablan de realidades que muy pocos quieren ver.

Alberto Herrera, testigo de la llegada de un cayuco a Canarias

El día comenzó con Alberto Herrera en Canarias, concretamente desde El Hierro, lugar donde se asientan miles de migrantes que llegan a nuestras costas provenientes de África. A muchos de los que conocimos, los acoge el Padre Pepe, de la Fundación El Buen Samaritano, que se encarga de ayudar y dar una vivienda a aquellos que llegan en busca de una vida mejor.

Y cuando, en pleno directo contaba la dramática situación que se vive en la isla, las cámaras de COPE captaron la llegada de un nuevo cayuco.

Un cayuco con 229 personas (204 varones, 12 mujeres y 13 menores) que llegó sobre la medianoche al puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro, eleva a 1.606 los migrantes llegados a Canarias durante el fin de semana, uno de récord, que ha registrado la mayor expedición conocida en la ruta canaria, integrada por 320 ocupantes de un cayuco. Aquí puedes ver la llegada:

Alberto Herrera y el equipo de 'Herrera en COPE' que se encuentra en la lista, precisamente para contar la realidad de todos estos migrantes que llegan a Canarias, han sido testigos de la llegada de esta embarcación. ¿Qué les ha llevado a poner su vida en riesgo en esta travesía y qué les espera ahora que han llegado a España? Son algunas de las preguntas sobre las que el programa pretende arrojar algo de luz para entender las razones que llevan a tantos migrantes a echarse al mar.

'La Linterna' desde Senegal, el punto de partida hacia Europa

El lunes, 'La Linterna' se encendió desde Senegal, lo que se conoce como el punto de partida de los migrantes a Europa, eligiendo la ruta atlántica para llegar al continente. Desde ahí, gracias a Ángel Expósito, pudimos conocer miles de historias de quienes arriesgan su vida en el mar en busca de un futuro mejor.

Salen de Senegal porque el sector pesquero está arruinado, además de por la conflictividad y la inestabilidad política. Y lo de Expósito en primera mano no es una exageración, como puedes ver en este vídeo.

Los migrantes se adentran algunas millas desde la localidad de Embur, van en paralelo a la costa hacia Mauritania, el Sáhara y luego atraviesan directamente hasta Canarias, donde las corrientes son muy complicadas pero la distancia es menor. Y lo hacen en embarcaciones muy precarias que van atestadas de personas, casi sin espacio para moverse, y que no paran de balancearse, ya que no están pensadas para adentrarse en alta mar.

Lampedusa, una isla totalmente colapsada en la que estuvo Fernando de Haro

Si hay un punto en Europa simbólico de la llegada de inmigrantes es Lampedusa. Allí, hace diez años, 368 inmigrantes, en su mayoría eritreos, perdieron la vida en el Mediterráneo tratando de llegar a esta isla italiana.

La isla vive nuevos colapsos tras recibir más de 10.000 inmigrantes, un número muy superior al total de la población residente. Nuestro compañero Fernando de Haro estuvo en el centro de internamiento de la isla. Un sitio pequeño donde llegan a diario historias terribles, como él mismo relataba en este vídeo:

La dificultad de Osuman para llegar a España

Ousman solo tenía 14 años cuando recorrió miles de kilómetros por tierra hasta llegar a Libia y luego atravesó el Mediterráneo en un cayuco. Un viaje que hizo solo y sin dinero, como le contaba a Pilar García Muñiz en Mediodía COPE.

Los 3.500 kilómetros que separan Guinea Conakry de España, se recorren en avión en menos de cinco horas -en 4 horas y 42 minutos-, sin embargo Ousman ha tardado cuatro años.

Hasta llegar a España, este joven guineano tuvo que pasar por "Mali, Argelia, Libia, Italia, en donde vivió un tiempo, y Francia", donde pasó otra etapa de su vida, dos años, como él mismo relataba con pesar:

Ahora está en Madrid, desde hace cinco meses, y ya es mayor de edad, tiene 18 años porque cuando abandonó su casa, a sus padres, su casa tenía tan solo 14 años.

La historia de Francis, solo en medio del desierto

A Lanzarote llegó la embarcación en la que viajaba Francis. Tenía 19 años cuando salió de Guinea-Conakri y 250 euros en el bolsillo. Con ese dinero pudo pagar el viaje hasta la primera parada de su ruta. Se lo entregó a un traficante y él se encargó de llevarle a Mali. De ahí pasó a Argelia pagando otros 50 euros y luego el Sáhara desembolsando 100 euros más. Cuenta que lo más duro fue cuando llegó a la playa y vio la patera en la que tenía que hacer la travesía.

Francis es cristiano y ahora está perfectamente integrado en Madrid. El incremento espectacular del número de llegadas a Canarias solo puede explicarse poniendo el foco en Senegal, las pateras que salieron de lugares como Mbour o Saint Louis ya suponen la gran mayoría de cayucos que llegan a las islas.

Y estas son solo cinco historias de miles y de miles de migrantes que solo buscan una vida mejor, llegando a arriesgar su propia vida y viendo cómo muchos de sus compañeros la pierden, con el único fin de vivir bien y dignamente.

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