De Haro, testigo de la dificultad que encuentran algunos jóvenes para emanciparse y más si no tienen un hogar: "Se nos abren los ojos"

La emancipación de los jóvenes españoles llega muy tarde. Lo hemos confirmado esta semana con un estudio. No se van de casa hasta los 30 años. Hay chavales que se tienen que ir de su hogar sí o sí. Porque no tienen casa. Porque están en un centro tutelado de menores, luego pasan a un piso, y de ese piso tienen que salir en dos años.

Fernando de Haro ha estado en uno de los pisos que se ofrecen a los chicos que salen de los pisos tutelados y que tiene la Fundación Amigó. Conocemos, en detalle, el proyecto.

El comunicador ha indicado que estos jóvenes que no viven con sus familias... a los 18 años dejan de tener la ayuda de la administración: ¿Cómo les ayudan desde la Fundación Amigó?

Irene Villas es profesional de la Fundación que acompaña a los jóvenes y le ha contado a De Haro que, en concreto, se encuentra en un proyecto que "es un piso de autonomía para jóvenes tutelados. Es decir, jóvenes que han pasado por el sistema de protección de menores por diferentes causas. Y una vez que cumplen la mayoría de edad, en muchos casos, no tienen donde poder residir". 

Respecto al tiempo que tienen para buscar una alternativa, explica Villas que "en función de las necesidades y capacidades de cada joven, están un tiempo u otro. El tiempo mínimo son 6 meses y el tiempo máximo son 2 años". 

"realizamos un acompañamiento integral en función de las necesidades de cada joven"

En el piso que ha visitado Fernando de Haro están viviendo seis chicas y, con Irene, conocemos las zonas comunes del inmueble. "Tenemos aquí un espacio donde solemos estar los educadores trabajando. Para que ellas tengan acceso a internet si lo necesitan y dos ordenadores en los que trabajamos un educador y una chica si lo necesita", explica Irene Villas a De Haro. 

¿Y cómo se consigue que en dos años se emancipen chicos que salen adelante cuando la media en España es de 30 años? Responde Irene que con mucho esfuerzo y realizan "un acompañamiento integral en función de las necesidades de cada joven. Valoramos sus capacidades. Para la búsqueda de empleo, les apoyamos para ver determinadas ofertas y también intervenimos con ellos en ámbitos de la vida cotidiana".

Con respecto a las limpiezas del piso, establecen unos turnos. Las ayudan a organizar todo y "antes de hacer la compra, revisamos lo que tienen y necesitan. Tienen un presupuesto semanal de 40 euros y tienen que aprender a administrarse el dinero".

"ESTÁN AQUÍ PARA AYUDARNOS; PERO YA SOY TOTALMENTE INDEPENDIENTE"

Beatriz es una joven española a la que acompaña la Fundación. Lleva dos meses en el piso. Estaba en un centro de acogimiento familiar y estos dos meses, para ella, han sido caóticos. "De la noche a la mañana se nos cambia a la vida adulta y se nos abren los ojos. Por supuesto, están aquí para ayudarnos, pero ya eres totalmente independiente", relata.

Está trabajando actualmente. Acompaña a los niños en las rutas escolares y le gusta el trabajo porque le encantan los pequeños, aunque es un poco agotador "porque son personas que la energía siempre está a tope".

Beatriz tiene pensado estar los dos años de plazo máximo porque "es una gran ayuda para ahorrar de cara a un futuro. Y mi idea es aprovecharlo". ¿Y ha buscado Beatriz una habitación? Responde que es precavida y se ha informado. Sin embargo, a día de hoy, no lo tiene pensado. 

Su idea, laboralmente, es ir progresando. Y su idea es retomar el estudio. Quiere estudiar "técnico en emergencias sanitarios".

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