Correas: "Curioso y nada casual que la respuesta a la despoblación llegue en plena campaña electoral"

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En muchos de sus maravillosos rincones, España afronta un serio problema. La despoblación.

Es una realidad objetiva que no admite discusión y hay datos de sobra para sostener que se trata de un problema de primer orden. Esta es la situación de la despoblación con las cifras en la mano.

A bote pronto, España tiene ahora mismo 8.124 municipios y de ellos, casi 5.000 tienen menos de 1000 habitantes. Esto se traduce en el siguiente porcentaje; solo el 30% del territorio nacional concentra el 90% de la población. Principalmente en las grandes capitales y el litoral mediterráneo.

Si miramos a las estadísticas europeas, la comparación es la siguiente. La media de habitantes en la Unión Europea es de 177 personas por kilómetro cuadrado y en España la media se reduce es de 92.

Más grave resulta el dato en algunas provincias como Soria y Teruel donde no llegan a los 10 habitantes por kilómetro cuadrado mientras en las provincias de Barcelona se superan lo 700 y en la de Madrid los 800 habitantes.

Más allá, El problema no sólo radica en el escaso numero de habitantes sino también en la alta media de edad que tienen los que se quedan.

Y puestos a buscar raíces al problema, la verdad es que hay tantas como casos personales. Pero, muy en general, mucho tiene que ver con la falta de incentivos en la mundo rural, menos oportunidades laborales, menos servicios en comparación con las grandes capitales. Cabe preguntarse si la despoblación se debe e la falta de inversiones o es al revés, que la falta de inversiones ha generado despoblación. Al final es un circulo vicioso difícil de romper.

Es curioso y nada casual que la respuesta a este problema por parte de todos los partidos políticos llegue ahora, en plena campaña electoral. Incluso con el gobierno de Pedro Sánchez anunciando un plan a bombo y platillo, con 80 medidas, en el consejo de Ministros a menos de un mes para las generales.

No es casualidad tampoco que en estas últimas semanas hayamos escuchado medidas para contener la despoblación en el momento en el que estas provincias con pocos habitantes, Soria, Teruel o Guadalajara, obtienen ahora especial protagonismo a la hora de repartir diputados gracias al sistema de la Ley d'Hont y en las que cada voto vale su peso en oro.

Sinceramente todos ganaríamos bastante más si este tipo de medidas y anuncios se produjeran fuera de la campaña, alejados de los interesas electoralistas. Es decir, es un Pacto de Estado real, con más de gente y menos de siglas que haga creíble las medidas que se proponen y corrijan el desequilibrio en los servicios y oportunidades de unos y otros territorios.

Este también es un verdadero problema territorial de España y no solo el catalán, que ocupa portadas a diario.

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