Ángel Correas: "Al ministro Escrivá no se le entendió mal, se le entendió demasiado bien"
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3 de julio. Hemos visto en las carreteras y estaciones estampas propias de la normalidad que vivíamos antes del inicio de la pandemia. No lo es, pero algo se le parece
Hay ganas de pasar página, desde luego. Lo malo es que con todas las ganas que podamos tener no hemos puesto todavía el punto y final a la página del coronavirus.
El titular este sábado es que en una semana la incidencia acumulada en España ha subido 60 puntos y estamos en 152 casos por cada 100 mil habitantes. Otra vez en riesgo alto.
¿Qué ha pasado? Varías claves. Por un lado se ha abierto la mano de las restricciones por ejemplo retirando mascarillas en exteriores, ampliando horarios. A eso sumamos que una gran población joven, con mucha movilidad, ha terminado los estudios y ha comenzado a reactivarse la vida de ocio más difícil de controlar en la calle, con los botellones. A esto sumamos el inicio de periodo vacacional, las variantes dominantes del coronavirus, ahora más contagiosas y esa sensación de seguridad que da el avance del proceso de vacunación.
Con todo esto, era previsible un repunte. Era algo que se podía asumir como probable aunque no tanto la velocidad en el aumento de los contagios que está teniendo y que está haciendo que algunas regiones modifiquen de nuevo sus limitaciones, como es el caso de Cantabria donde desde esta noche ha cerrado el ocio nocturno en 16 localidades incluida la capital, Santander, o también grandes localidades como Laredo, o Torrelavega.
Sacando la lupa, se ven varias claves más si miramos los tramos de edad. El mayor incremento en los contagios se da con diferencia en el tramo de edad de 20 a 29 años, casi 500 casos por cada 100.000. Seguido del tramo de edad de 12 a 19 años con una incidencia de más de 400 casos. No será casualidad que sean precisamente los tramos de edad a los que todavía no ha llegado de forma mayoritaria la vacunación. Lo buena noticia es que una gran parte resultan casos asintomáticos o leves, pero no todos. Por ejemplo, durante toda la pandemia, en el tramo de 20 a 29 años solo 1 de cada 1.200 casos acaba en UCI y en esta misma edad, apenas un 2 por cierto de los enfermos ha necesitado hospitalización.
Tiene bastante que ver con lo que acabamos de señalas... la evolución del brote de Mallorca que se originó en los viajes de fin de curso a baleares a mediados de junio. Suma más de 2000 casos en12 comunidades españolas -109 jóvenes continúan aislados en un hotel mallorquín-. Otros, 118 han sido trasladados a la península y, de estos, al menos 13 han dado positivo.
Al ministro Escrivá se le entendió demasiado bien
El volumen en el movimiento de españoles de cara al verano es un síntoma inequívoco de que la economía se está reactivando. Por eso hoy contamos que el paro también ha registrado en junio el mayor descenso mensual de la historia.
Hablamos de la población activa, del trabajo actual... de los que el día de mañana serán pensionistas. Muchos de ellos forman parte de los 12 millones de españoles, aproximadamente, del Bay Boom. Esa generación que según el ministro de Seguridad Social José Luis Escrivá tendrá que trabajar más o cobrar menos cuando llegue su jubilación. Toda una generación señalada. 24 horas después el ministro ha intentado matizar. No fue su mejor día, ha dicho, no se le entendió bien.
El problema no es que al ministro Escrivá se le entendiera mal es que se le entendió demasiado bien y lo que dijo es una expectativa, una posibilidad real, por mucho que no se quiera ahora abrir ese melón. Y lo es porque, afortunadamente ha crecido la esperanza de vida de los españoles, a parte no hay un relevo generacional garantizado y las pensiones son más altas que cuando el actual sistema de pensiones se puso en marcha en España.
Alguien tendrá algún día que abordar este asunto de las pensiones, bien sea porque se equivoque un ministro, bien porque alguien decida coger el toro por los cuernos.