Correas, sobre el papel de España en Afganistán: "Orgullo, desde luego. Lo de "misión cumplida"... Ojalá"
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Ya está en España el contingente de policías, soldados y personal diplomático que quedaba en Kabul tratando de sacar de Afganistán al máximo posible de colaboradores y sus familias.
Son 20 agentes de la Policía Nacional, 82 militares, el embajador en Kabul y su número dos que han permanecido operativos sobre el terreno hasta que las condiciones de seguridad lo han permitido. Junto a ellos han llegado 85 afganos. La mayoría, 69, son personas que han colaborado con la OTAN en los últimos años y los 16 restantes han cooperado directamente con las autoridades españolas o con nuestro Ejército. Este sábado llegan a la base de Zaragoza los militares del Ejército del Aire que han llevado a cabo esta evacuación. Una operación que comenzó en julio cuando se inició la salida del personal civil español, pero que se ha intensificado estas últimas semanas con el imparable avance talibán.
Durante toda esta operación España ha recibido 17 vuelos procedentes de Afganistán, 11 de ellos fletados directamente por nuestro país. En total, 2.206 personas, el triple de los que se calculó en un principio. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez hablaba de orgullo y de “misión cumplida”.
Orgullo, desde luego. Orgullo por el trabajo de policías, militares o diplomáticos en Kabul. Porque una cosa es contarlo desde aquí, o hacer valoraciones desde un atril y otra es estar en Kabul tratando de sacar a colaboradores que están siendo perseguidos, amenazados u hostigados por un grupo de fanáticos que domina el país. Orgullo, desde luego. Lo de "misión cumplida"... Ojalá. Misión cumplida, pero hasta dónde se ha podido.
Se calcula que quedan unas 300 personas que, directa o indirectamente, han colaborado con España y que no han conseguido embarcar en los vuelos de evacuación. Unas 100 familias.
En este contexto, ahora se abre una segunda etapa, mucho más discreta, una diplomacia embarrada, para intentar sacarles por vía terrestre. Para eso claro hay que hablar con quien domina el terreno y esos son los talibanes. Implícitamente el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares, reconocía que exploran esa vía pero niega contactos políticos con el régimen talibán.
Mientras tanto en Afganistán miles de personas continúan intentando acceder a un avión buscando una última oportunidad para salir del país y todo a pesar del riesgo evidente de otro atentado. Son casi 200 las personas fallecidas en la explosión del jueves provocada por un terrorista suicida en la puerta principal del aeropuerto. Entre ellos, 13 soldados norteamericanos.
Este atentado ha provocado que muchos países finalicen antes la evacuación por vía aérea, entre ellos España. Estados Unidos culminará su despliegue el próximo martes 31 de agosto como estaba fijado, no sin antes haber prometido dar caza a los autores del atentado del jueves. Precisamente esta noche Estados Unidos ha llevado a cabo un ataque con drones contra un líder del DAESH en Afganistán, el grupo que ha reivindicado el ataque suicida en el aeropuerto.
Sería la primera reacción de Biden a quien este repliegue de Afganistán le está pasando factura con un coste político importante.