Antonio Herraiz: "Zapatero tardó dos años en darse cuenta de la crisis y ahora llevamos el mismo camino"

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El descenso de contagios está llevando a las comunidades autónomas a aliviar las restricciones. A partir de mañana viernes, vuelve a abrir las persianas la hostelería de Extremadura y de Castilla-La Mancha. Es una reapertura condicionada, porque se imponen importantes limitaciones de aforo y reducción de horario. En Extremadura tendrán que cerrar a las seis de la tarde y en Castilla-La Mancha a las nueve de la noche. En las dos regiones se mantiene el toque de queda a las diez de la noche, un extremo que, en el caso de Madrid, están planteando atrasar a las once.

¿Cómo valoran la medida los hosteleros? Pepe tiene un restaurante en Albacete. La apertura en un tercio del aforo interior es un alivio, aunque muy pequeño, casi insignificante. Pepe puede abrir a partir de mañana. Pero no lo hará hasta el lunes. ¿Por qué? Porque la noticia la ha conocido este mediodía y no le da tiempo a organizarse. Así nos lo ha contado: “Nosotros abriremos el lunes. Porque si trabajásemos con pipas y cacahuetes pues abriríamos mañana, como te avisan con el golpe esta gente, tendremos que empezar a elaborar y a preparar y no nos da tiempo a hacerlo hasta el lunes para tenerlo todo listo”.

No es el único contratiempo con el que se van a encontrar los hosteleros de Castilla-La Mancha. Los clientes también tendrán que registrarse en una aplicación móvil. ¿Y el que no tenga teléfono móvil? ¿O el que lleve uno que no sea de última generación?

La reapertura de la hostelería es la tendencia que van a seguir todas las comunidades autónomas. Y la pregunta es, si ayer fallecieron en España por coronavirus 643 personas, si el martes se notificaron 766 muertos, ¿realmente la situación mejora? Mejora, aunque lentamente. La incidencia se sitúa por debajo de los 600 casos por cada 100.000 habitantes y disminuyen los ingresos en los hospitales. Esto se está notando de forma más lenta en las UCI, donde las estancias por coronavirus se prolongan, de media, en torno a las tres semanas, aunque hemos visto muchos casos en los que permanecen hasta tres meses.

Por eso, vamos a seguir teniendo que contar datos muy elevados de fallecidos. Esto en el plano sanitario, luego está el económico, que van de la mano. Y la tercera ola, que ha golpeado con fuerza en toda Europa, vuelve a modificar la previsión de todas las economías, especialmente la española. Sin turismo, con la hostelería cerrada en muchos puntos, con limitaciones para la mayoría de los comercios, la situación empeora. Y las previsiones que hoy ha publicado la comisión europea siguen la tendencia de los principales organismos.

Son peores que las que realiza el Gobierno de Pedro Sánchez. España es el país que más sufre la crisis del coronavirus. En 2020 la caída del Producto Interior Bruto fue del 11 por ciento, casi el doble de la media de la Unión Europea que se situó en el 6,3 por ciento. Esto es lo que ya conocemos. ¿Y a partir de ahora qué? Que no vamos a crecer en V, es decir la recuperación no va a ser tan pronunciada como ha sido la caída. Según Bruselas, la recuperación este año será del 5,6 y en 2022 del 5,3. El Gobierno de coalición de PSOE y Podemos la sitúan en torno al 7%. Si analizamos todas las previsiones que no se han cumplido, parece que no aprendemos. En la anterior crisis, con Zapatero en el Gobierno, tardamos dos o tres años en darnos cuenta de la que teníamos encima. En esta, seguimos el mismo camino.