Guillermo Vila: "Lo del racionamiento parecía una cosa de libros de texto... pero no"

El análisis de la actualidad: sequía, plan energético, calor, publicidad....

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Buenos días, bienvenido a ‘La Mañana del Fin de Semana’, soy Guillermo Vila y te saludo en nombre de todo el equipo del programa. Estamos encantados de acompañarte hasta las ocho y media de la mañana de este sábado, 6 de agosto de 2022... que vuelve a estar protagonizado por el calor, los incendios... y la sequía.

Este fin de semana va a concluir la tercera ola de calor del verano. Aún así, seguiremos con termómetros por encima de los 35 grados en buena parte del país, en zonas del centro, sur y oeste peninsular, así como en el entorno de los valles del Ebro y Miño; también en las islas canarias y baleares. Cuidado también con las tormentas en Cataluña y Aragón.

Y mira, la buena noticia es que este fin de semana comienzan a bajar los termómetros. La mala, que a finales de la semana que viene. ... volverán a subir.

Y a esta hora, vaya verano que llevamos, volvemos a estar pendientes de los incendios. Preocupa el de Boiro, en La Coruña, iniciado en la tarde del jueves. Ya ha quemado ya 600 hectáreas. El alcalde de Barbanza ha dado orden de habilitar los polideportivos para cobijar a la gente que lo vaya necesitando. 700 personas han sido desalojadas esta pasada noche de un camping de Ribeira. Los vecinos de Boiro, como te puedes imaginar, están asustados. También en Galicia, incendios en Caldas de Rei y Villagarcía de Arousa.

Seis incendios forestales siguen sin ser apagados en Galicia, tras la extinción este viernes del que afectaba a Castro do Escuadro, en Maceda (Ourense). La Junta de Castilla y León ha incrementado el nivel de peligrosidad de 1 a 2 el incendio de Santa Cruz del Valle (Ávila) por la posible afección a población.

LA SEQUÍA Y EL PLAN ENERGÉRTICO

Incendios, te decía... y sequía. La falta de agua afecta más de lo que solemos pensar. Por ejemplo, a la calidad de la leche que dan las vacas, que al tener más calor se mueven menos y producen leche con menos proteína. También está provocando la caída de árboles, debido a la sequedad del suelo. Y, por supuesto, cada vez hay más pueblos que están aplicando racionamientos de agua.

Hoy en el programa hemos hablado con algunas personas afectadas por estos cortes. En Santa Olalla, en Huelva, vive Hilario. Tiene un bar y nos ha contado que, aunque ha habido restricciones otras veces, no recuerda una situación tan grave como esta.

Y esta es una de esas palabras, verdad, que creíamos desterrada, un concepto propio de nuestros antepasados. Lo del racionamiento parecía una cosa de libros de texto... pero no. No es solo el agua, es que a partir de octubre vamos a tener racionamientos de energía en toda Europa. En mayor o menor medida, eso dependerá de la evolución de la guerra de Ucrania y del nivel de presión -vía cierre del grifo de gas- que quiera imponer Putin.

En España, como sabes, el Gobierno presentó un plan de ahorro energético que incluía diversas acciones: poner la calefacción a un máximo de 19 grados, el aire acondicionado a 27 grados, apagar la iluminación de escaparates y comercios de noche... comercios que, además, tendrán que tener sus puertas cerradas cuando estén funcionando los sistemas de calefacción o refrigeración.

Lo que no deja de resultar sorprendente es que un plan, que de haberse hecho con diálogo y consenso, hubiera sido fácil que contara con el respaldo mayoritario de la ciudadanía, se haya convertido en un lío monumental.

Un lío porque no se contó con los sectores implicados. Por que no se consensuó con las comunidad autónomas, que son las que deben aplicar la norma y cobrar las posibles multas. Y, sobre todo, porque la norma está redactada de tal manera que hace que su cumplimiento sea muy difícil.

Hasta tal punto era un lío que el gobierno ha dado pasos en las últimas horas para tratar de enderezar el rumbo. Por un lado, ayer dos ministras del Ejecutivo, Teresa Ribera y Reyes Maroto, anunciaban que la restauración y otros comercios podrán bajar el aire acondicionado hasta los 25 grados y no los 27 que figuran en el plan de ahorro. Porque claro, tú imagina trabajar de camarero en un restaurante, sin parar durante horas y con el termómetro a 27.

Pero la matización del Gobierno ha venido acompañada de otra rectificación. Cuatro días después de anunciar su plan energético, Sánchez finalmente reunirá a las comunidades autónomas para explicarles el plan con detalle. Será el próximo martes, un día antes de que entre en vigor. Dicen desde el Gobierrno que se trata de una reunión "rutinaria", pero, en fin, no parece descabellado pensar que han sido las críticas de casi todo el mundo, desde los represenantes de los sectores afectados hasta las comunidades autónomas, con Madrid a la cabeza, las que están haciendo que el gobierno mueva ficha.

Esperemos que en la buena dirección. Porque, como te decía antes, es evidente que necesitamos un plan de ahorro energético. De hecho, es una exigencia de la Unión Europea en plena invasión rusa de Ucrania, con la expectativa de que en los próximos meses el suministro de gas ruso pueda verse afectado.

CONFLICTO EN TAIWÁN

Todo mientras el mundo mira atónito a lo que está pasando en Taiwán, esa democracia liberal que resulta insoportable para el régimen autocrático de Pekín. Tras la visita de la presidenta del congreso estadounidense, Nanci Pelosi, a la isla, el régimen comunista lleva dos días de maniobras militares con fuego real en las inmediaciones de Taiwán. Además, ha suspendido las relaciones con el gobierno de Estados Unidos en materia militar y judicial y ha sancionado a Pelosi y a sus familiares más cercanos.

Y ojo porque lo que está pasando allí puede tener una influencia decisiva en un mercado que ya de por sí arrastra una crisis importante desde la pandemia. Me refiero a los microchips, fundamentales para sectores tecnológicos y para la automoción. Taiwán produce 1 de cada 2 microchips de los que se hacen en todo el mundo. Antes costaban menos de un euro. En las últimas jornadas se han llegado a pagar a 300.

Es la demostración de que en nuestro mundo no hay naciones aisladas ni conflictos que no nos afecten de una u otra manera. Las bombas de Putin en Ucrania afectan a nuestra calefacción y las de China en la bahía de Taiwán a los componentes de nuestros móviles. Aunque, desde luego, esto no es lo más importante. ¿Qué se está jugando en esos dos puntos del tablero del mundo? Pues en el fondo, aunque no convenga tampoco caer en simplismos, lo que allí se está dirimiendo es el viejo debate entre la democracia y la autocracia.

Alguien como Nancy Pelosi, que es la presidenta de una institución estadounidense, puede visitar Taiwán incluso con la desaprobación del presidente del país, que representa a otra institución. Es la separación de poderes. Algo así nunca podría ocurrir en Rusia o en China. O en los países que los apoyan: Corea del Norte, Nicaragua, donde el gobierno anda asaltando iglesias, Venezuela. En esos países lo que impera es el ordeno y mando, la restricción de libertades civiles, la identificación del líder supremo con el estado, como si fueran la misma cosa.

Esta es la gran batalla de nuestro tiempo. Difícil, compleja, que exigirá liderazgos prudentes y no a tuiteros aficionados metidos a políticos. No a ministros que anteponen su ideología a la realidad misma. Déjame que te apunte, aunque sea brevemente, el caso del cartel del Ministerio de Igualdad en el que pretendían denunciar lo que han dado en llamar violencia estética. Para ello, usaron sin su consentimiento la imagen de personas reales, a las que, encima, modificaron partes de su cuerpo. Es el caso de Sian, una modelo británica a la que le falta una pierna. La perdió en 2013 en un accidente en Nueva York. Pero el photoshop de Irene Montero ha hecho que en el cartel aparezca con las dos piernas. Bueno, y con vello en la axila y las piernas. Ayer estuvo aquí en COPE en una entrevista exclusiva con Alberto Herrera.

Sira ya está en contacto con el resto de personas que aparecen en el cartel para organizar la correspondiente denuncia.

Lo dicho, vienen tiempos duros y necesitamos al frente de las instituciones a políticos serios, fiables, prudentes, templados, realistas. Quizá no sean las virtudes de moda, pero son las únicas que nos pueden sacar de esta crisis de crisis que se nos viene encima

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