Herraiz: "Las ganas de viajar y el ahorro durante el confinamiento auguran un buen verano pese a la inflación"
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Seguro que muchos nos escucháis a esta ya no tan temprana hora estáis rumbo a vuestro destino de vacaciones. O en ruta, o rematando los últimos preparativos. Julio y agosto son los meses preferidos por los españoles para disfrutar de esos días de descanso veraniego.
Son días de mensajes contradictorios. Porque por un lado nos ofrecen el dato de esos 93 millones de desplazamientos que prevé la DGT durante los próximos dos meses, 4 millones y medio solo este fin de semana. Eso confirma las ganas de viajar. Pero contrasta también con la subida del precio de los carburantes, de los hoteles, de los bares, de los restaurantes, de los viajes en avión…
¿Cómo se conjuga todo esto? Primero porque hay realidades muy diferentes en España y una pasa por el ahorro que miles de hogares consiguieron durante el confinamiento y las limitaciones de movimiento. En este verano, sin ninguna restricción, eso se traduce en una cascada de movimientos y de reservas. Para los que todavía no hayan decidido dónde van a ir o dónde se van a alojar, las opciones cada vez son más reducidas.
Todo esto con las vacaciones más caras de las últimas décadas. Si hoy sales de viaje, o si por lo que sea tienes que repostar, lo vas a hacer un 60% más caro que hace un año. Hace ya muchas semanas que la continua subida del gasoil y de la gasolina se ha comido la bonificación de 20 céntimos del Gobierno.
Hay que decir que, en los últimos dos días, se ha frenado la escalada, no han seguido subiendo, están un par de céntimos por debajo de los máximos históricos de estos días atrás, pero muy por encima de los dos euros de media. La gasolina a 2,12 y el gasoil rozando los 2,10.
Cuando preguntas hasta cuándo, nadie es capaz de responder. El Gobierno, el gran beneficiado de estos precios disparatados por la recaudación vía impuestos, insiste en el mismo mensaje. La guerra de Putin, esa frase que tanto le gusta repetir al presidente del Gobierno, la guerra de Putin es la causante de todos los males. Y sí, lo que ha hecho es intensificar una subida que ya se venía experimentando desde meses antes de la invasión.
¿Hasta cuándo y hasta cuánto? No hace tanto, la barrera de los dos euros parecía infranqueable. Y se saltó. Los carburantes premium se han acercado a los dos euros y medio y desde la patronal de estaciones de servicio, Nacho Rabadán, no descarta que siga subiendo, aunque sin llegar a los 3 euros por litro.
Lo de los tres euros el litro sería completamente inasumible. No solo para los transportistas, para cualquier ciudadano medio que necesita el vehículo para moverse. Fundamentalmente para trabajar. De momento, hoy, la gasolina un 60% más cara que hace justo un año.
Un asunto del que no deberíamos olvidarnos estas vacaciones porque está claro que él no se ha olvidado de nosotros. Ya sabes que desde finales de marzo, el ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas solo recogen en las estadísticas los casos positivos, los contagios en mayores de 60 años. Por eso la incidencia general ahora mismo es imposible de determinar.
Si tú tienes síntomas, vas a una farmacia, te haces un autotest y sale positivo, quedas fuera de la estadística. No se notifica. Y esto es así tengas más de 60 o menos de 60. Si nos fijamos en la incidencia acumulada que se actualiza, entre mayores de 60 roza los mil casos. Son 214 puntos más que la semana anterior. Esto tiene una explicación. Hay dos nuevas mutaciones del virus, que las han catalogado como BA4 y BA5.
¿Qué las diferencia de Ómicron, de la que tanto hablamos en Navidad? Que son más contagiosas y que sortean mucho mejor la carga inmunitaria que nos ha proporcionado las vacunas. ¿Algo positivo? Que son casos más leves, precisamente por la carga de la vacunas. Siguen mostrando un alto nivel de protección para evitar los casos graves y las muertes. No hay saturación sanitaria pero con el aumento de los casos, aumentan también las hospitalizaciones, con cifras en niveles perfectamente asumibles por los centros.
Estos son los datos que han llevado al ministerio de Sanidad a recomendar el uso de mascarillas, que no es obligatorio desde el pasado 20 de abril. Es una recomendación, a la que ya se habían adelantado comunidades como Madrid y Cataluña, y que se centra a aquellos lugares o cerrados o con una alta concentración de personas.
Aquí como siempre conviene no alarmar. La incidencia va en aumento, eso es verdad, todos estamos rodeados de casos alrededor, pero ni la mortalidad es elevada ni la saturación sanitaria es especialmente preocupantes.
Y estamos pendientes de la evolución, del estado de salud del teniente coronel de la Guardia Civil, Pedro Alfonso Casado. Es el jefe de la Unidad Especial de Intervención y se había desplazado hasta Santovenia de Pisuerga, un pueblo de Valladolid donde un hombre se había atrincherado en un piso tras matar a un vecino. El teniente coronel fue a mediar y en pleno proceso de negociación, el presunto asesino le recibió con un disparo. Fue trasladado de urgencia al Hospital Clínico de Valladolid. Allí ha sido operado y tras dos horas de intervención, fue trasladado a la UCI del centro donde se encuentra con pronóstico muy grave.
Eso es lo que se sabe a esta hora sobre el estado de salud del teniente coronel herido. Que sigue en estado crítico. En cuanto al presunto agresor. Sabemos que se llama Pablo Antonio Santa María, pero que todo el mundo le conoce como El Chiqui. Todo empezó por una riña entre su familia y la de, Dionisio Alonso, el Dioni. Los vecinos hablan de un asunto de cuernos. Otros que fue una pelea familiar por unas ruedas.
Primero el Dioni y su mujer resultaron agredidos. Fueron al hospital y a la vuelta, al filo de la medianoche, el Chiqui les estaba esperando con un rifle. Les encañonó y disparó al Dioni que cayó muerto. Iba un hijo, de 27 años, al que también encañonó, pero el arma se encasquilló.
Luego, se atrincheró con un rehén durante varias horas hasta que tras una larga negociación con la Guardia Civil se entregaba pasadas las dos de la tarde. La suegra del fallecido recordaba la íntima relación que tenía su yerno, el Dioni, con el presunto asesino, el Chiqui.
Es lo que sabemos a esta hora, a la espera de que el detenido pase entre hoy y mañana a disposición judicial.
Se da la circunstancia de que el teniente coronel herido en Valladolid pertenece a la Unidad Especial de Intervención. Es el jefe. Y es la misma unidad que hace 25 años liberaba al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.
ETA lo tuvo encerrado en un zulo inhumano, en condiciones extremas, durante casi dos años. En concreto, 532 días. Ortega Lara llegó a pedir a los etarras que le mataran y que pusieran fin a su sufrimiento. Con motivo de este vigésimo quinto aniversario de su liberación, que no es un día para celebrar, sino para no olvidar, Ortega hablaba en Radio Arlanzón de Burgos y contaba cómo ha conseguido superar aquella marca que le dejó la banda terrorista ETA.
Conviene no olvidar porque los acontecimientos siguen retratando a todos 25 años después. En el Ayuntamiento de Pamplona, coincidiendo con este aniversario, que después derivó en el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, se debatía una declaración de condena. Se sumó Navarra Suma, la marca de UPN y el PP, también los socialistas y Geroa Bai. ¿Quién se desmarcó? Los de siempre, EH Bildu, que llevaron al PSN al Gobierno Foral y que han sido decisivos en tantos y tantos momentos para que Pedro Sánchez siga en La Moncloa.
Y luego esa coincidencia que te contaba. El jefe de la misma unidad de elite que liberó a Ortega Lara, el teniente coronel de la unidad especial de intervención, se debate entre la vida y la muerte tras recibir un disparo durante el proceso de negociación con el hombre que estaba atrincherado en Santovenia de Pisuerga.
Finalizada la cumbre de la OTAN, ha llegado la respuesta de Rusia. A Putin no le frena nada ni nadie. Ni todos los mensajes que se han lanzado desde los socios de la Alianza Atlántica. Ni las amenazas, ni los cerrojazos económicos. Tardó poco en responder. Apenas habían abandonado Madrid los líderes de la OTAN cuando el ejército de Moscú bombardeaba un edificio residencial en la ciudad de Odesa.
Como siempre, es imposible calibrar el impacto del ataque. Las cifras oficiales hablan de al menos 21 muertos, dos de ellos niños, y una treintena de heridos.
Es difícil de calibrar porque hasta que no entran fuerzas neutrales no puede determinarse el nivel del horror. En Mariúpol, esa ciudad que durante semanas ha estado asediada por las tropas de Putin, ha aparecido una fosa común con más de un centenar de cuerpos.
Por su parte, el gobierno ucraniano confirma que las tropas rusas han abandonado la “isla de las serpientes”. Es uno de los enclaves estratégicos del Mar Negro.
Y hoy te tengo que hablar de José Monje Cruz, que para los más jóvenes puede que no les diga mucho. Pero si digo Camarón de la Isla nos quedamos con muchas menos dudas.
¿Y por qué hay que hablar hoy de Camarón? Porque se cumplen 30 años de su muerte. Hoy tendría 71, casi 72, lo que indica lo pronto, lo joven que era este icono del flamenco cuando falleció en un hospital de Badalona por un cáncer de pulmón. Hace 30 años, la conmoción fue máxima, era un artista que revolucionó el flamenco y se hizo famoso un lema que casi ha perdurado hasta hoy, que se palpa cuando vas a Cádiz, a su San Fernando natal con ese: Camarón Vive.
Esta leyenda del tiempo quizá sea el tema que le llevó al olimpo de la música. Pero ahí quedan también temas que siguen sonando como soy gitano o como el agua.