Herraiz: "Para no desgastarse, el Gobierno dejará el marrón de las celebraciones de Navidad a las CCAA"

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Metidos de lleno en el mes de diciembre, se mantiene la incertidumbre sobre cómo serán las celebraciones esta Navidad. Que tienen que ser diferentes, lo deberíamos asumir todos y ahora hay que esperar a la decisión que salga de la reunión del

Consejo Interterritorial de salud de esta tarde.

Sanidad llega a este encuentro con las comunidades autónomas matizando en parte su propuesta inicial. El departamento de Illa propone que las reuniones sean de un máximo de 10 personas si no son convivientes y que el toque de queda, en los días señalados, Nochebuena y Nochevieja a la una y media. Desde la una y media hasta las seis.

Es una propuesta muy genérica, que en este caso, ahora coincide con la que han hecho en Madrid. De momento, no concreta mucho más. Si como plantea Cataluña, los menores de 14 años, no cuentan en la suma de comensales al ser personal cuya capacidad de expandir el virus es mucho menor, pues queda en el aire.

Lo que está claro es que lo van a dejar todo en manos de las comunidades autónomas, para que una cuestión tan sensible como la celebración de Navidad, no les desgaste. Que otros tomen las decisiones definitivas, y que, si hay daño en la imagen, lo asuman otros. Lo de siempre.

Por eso, a esta hora, nadie puede asegurar si van a estar en vigor los cierres perimetrales. Ya hay comunidades que han planteado que se levanten. El Gobierno quiere mantenerlos, pero dice que se permitirán los desplazamientos de familiares y allegados. Que es como decir una cosa y la contraria. En ese borrador del Ministerio de Sanidad, sí que hace una petición para Navidad, y es que los estudiantes guarden la cuarentena antes de viajar a sus casas y antes de reunirse con su familia.

A la espera de la reunión del consejo interterritorial de salud de esta tarde, hoy vuelve a ser noticia el Consejo General del Poder Judicial. Es el máximo órgano de los jueces en el que se designan los nombramientos para puestos relevantes. Y es el objeto de deseo de Pablo Iglesias. En su foro interno, cree que es el único poder del Estado que le falta por controlar. De ahí, la maniobra que asumió el PSOE con la que pretendían renovar el consejo con mucho menos apoyo político que el que se exige ahora. Ahí recibieron un serio toque de Bruselas y se echaron para atrás.

Hoy, PSOE y Podemos han registrado una reforma de la Ley para que el Consejo General del Poder Judicial no pueda hacer nombramientos mientras siga en funciones. El objetivo es debatir esta reforma antes de fin de año. El objetivo es evidente. No deja de ser una maniobra más de presión al PP y que esos nombramientos no los controle un órgano, que Iglesias y los suyos, ven que no manejan.