Antonio Herraiz: "Montero tiene arte al enmarcar las mentiras de Ábalos dentro de la discreción diplomática"
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La historia del perro Pocahontas nos conmovió a todos. Este labrador retrievier había sido robado. Y no era un perro cualquiera. Había sido entrenado para ayudar a una niña de 15 años, que se llama Clara, y que tiene graves problemas de movilidad. Fue el entrenador el que denunció su sustracción y hoy hemos conocido que esto es falso. El preparado del perro, Alfonso García, consiguió engañar a todos. A la policía sólo por unos días, que han localizado al perro y han detenido a Alfonso. Se enfrenta a dos años de cárcel por denuncia falsa. Esta mañana hemos hablado con Catalina, que es la madre de Clara. “Mi hija está aliviada, como todos. Siempre ha estado muy preocupada de cómo estaría la perra. Entonces, como es más niña, sabiendo que está bien todo lo demás para ella pues es secundario. No le da mayor importancia, solamente que está la perra y está muy contenta”.
Y seguimos hablando de la situación del ministro Ábalos. El Gobierno ha metido en la nevera al número dos del PSOE tras su reunión clandestina con la número dos de Maduro. Esto es una situación que se produce en el fútbol con los árbitros que lían alguna gorda en un partido. Ábalos tenía una viaje previsto a Colombia que ha quedado cancelado. No va a dar ninguna rueda de prensa en días. Y todo porque ya hemos perdido la cuenta de versiones sobre su encuentro secreto, en el aeropuerto de Barajas con Delsy Rodríguez. Lo último que ha dicho el Gobierno es que Ábalos trabajó con éxito para evitar una crisis diplomática. El problema es que el ministro ha mentido y le han pillado. Cómo explica esto la ministra portavoz María Jesús Montero: “Todos los asuntos diplomáticos se llevan con absoluta discreción, de ahí que en un primer momento el señor Ábalos trasladara una información reducida y a medida que se le fueron trasladando preguntas ha ido contestando en tiempo y en forma en las diferentes comparecencias”.
Pues nada. Las mentiras ahora son porque hay que tener discreción. Una más.