Herráiz: "El discurso de Felipe VI en su proclamación fue una declaración de intenciones que ha cumplido"

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Muy buenos días. Desde las seis, te venimos acompañando en 'La Mañana de Fin de Semana' que llega con el estreno ilusionante de la Selección en la Europa de Alemania. 3-0 frente a Croacia y que mira a la semana que estamos a punto de estrenar con varias citas relevantes.

El martes se reúne la junta de fiscales de sala que va a abordar la aplicación de la amnistía en medio del manoseo, como brazo ejecutor del Gobierno, del fiscal general Álvaro García Ortiz.

Semana que mira también a Cataluña, donde se intensifican los contactos para formar Gobierno. Esquerra juega a dos bandas, con el PSC y con Junts, y Salvador Illa admite ya lo de la financiación singular, aunque los separatistas quieran más. Lo que pretenden es un concierto económico similar al que tienen País Vasco y Navarra. Un concierto que deje a Cataluña fuera del régimen común en el que sea la Generalitat la que recaude todos los impuestos a través de una Agencia Tributaria propia.

Pero el protagonismo de la semana no lo va a acaparar ningún político. Hay un sonido que durante esta próxima semana lo vas a escuchar en más de una ocasión. En su momento fue toda una declaración de intenciones que se ha terminado cumpliendo. Ese instante nos lleva a un mes de junio de hace justo diez años. En concreto al día 19, que en 2014 cayó en jueves. No era un día cualquiera. Era la proclamación de Felipe VI ante las Cortes Generales en un acto solemne en el que se presentó como un nuevo rey al frente de una institución que exigía cambios.

Una monarquía renovada para un tiempo nuevo. Era el mensaje que dejaba Felipe VI tras la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos, en un relevo que en ese momento fue modélico. Lo fue en todos los departamentos que conforman la casa del rey y lo fue también en las Cortes. Se habla mucho de la transición, de los pactos del 77, del 78…, pero lo que ocurrió hace justo diez años también fue un auténtico pacto de Estado.

Y ahí contribuyeron a partes iguales el PP y el PSOE, aunque es verdad que Alfredo Pérez Rubalcaba tuvo un papel destacado. Entonces estaba de retirada en la dirección de su partido tras la debacle socialista en las elecciones europeas de hace diez años; Y Rubalcaba conocía la decisión del rey Juan Carlos de abdicar y en lugar de convocar una gestora justo después del desastre electoral, decidió quedarse un mes y medio más, y controlar el PSOE hasta que se consumara la abdicación.

¿Sería ahora posible una transición igual de modélica? Difícilmente. Primero por la propia fragmentación del parlamento, mucho mayor que hace diez años. Y segundo, porque al frente del PSOE hay un líder con un narcisismo evidente que le impide conjugar ese sentido de estado que sí tuvo en su momento Alfredo Pérez Rubalcaba.

Hace diez años el presidente del Gobierno en España era Mariano Rajoy. En el PP no había dudas de que no iba a saltar ninguna voz discordante, cosa que en el PSOE, por su marcada raíz republicana, no había tal seguridad. Y a pesar de que el relevo era inédito, que se vertebró en una ley de un solo artículo resultó ejemplar.

La oposición estuvo a la altura, el PSOE, claro está, y no se filtró nada. Y esto lo ha destacado este fin de semana en Europa Press, Mariano Rajoy.

Hace diez años, las leyes y las reglas se cumplieron. Todo se decidió en función de la Constitución. Igualito que ahora, y a la prueba está lo de la amnistía. Si esto ocurre en este momento, si la abdicación tiene que ejecutarse con este gobierno atado de pies y manos por sus socios, no nos queremos ni imaginar lo que hubiera ocurrido. Con Bildu o con Esquerra condicionando las decisiones de Pedro Sánchez.

En el fondo, España tuvo suerte de que la abdicación llegara cuando llegó, lo cual, con la perspectiva adecuada no deja de ser un motivo claro de agradecimiento al rey Juan Carlos, aunque los motivos no estuvieran justificados dentro de un ejercicio de visionario.

Diez años después, el Rey Felipe VI ha cumplido en gran parte los compromisos que pronunció en su discurso de proclamación en el Congreso. 1. Ha conseguido recuperar el prestigio de la institución, que quedó dañado durante la última etapa de su padre. 2. Se ha avanzado en transparencia y ejemplaridad. No solo con gestos como la retirada del título de duquesa a su hermana Cristina o renunciando a la herencia de su padre. También en el día a día, con la publicación de las asignaciones que reciben y auditando las cuentas de la corona. Y 3. Quizá esto sea lo más destacado. Ha conseguido consolidarse como la única institución capaz de garantizar la unidad nacional.

Si miramos por ahí fuera, ahora mismo, apenas hay contrapesos con fuerza ante el desafío separatista que se expande en Cataluña. Y todavía resuena el discurso institucional que pronunció el rey el 3 de octubre de 2017.

Fue Felipe VI el que con un discurso impecable frenó el intento de golpe separatista en Cataluña. Ese discurso supuso un aire de esperanza para millones de catalanes y puso las pilas a los responsables políticos para que reforzaran las herramientas legales para parar el golpe. Dijo lo que tenía que decir, con el tono solemne que el crítico momento exigía, y en el momento justo. Y está claro que ese discurso del Rey, el 3 de octubre de 2017, supuso un antes y un después.

Este miércoles se celebran esos diez años de reinado de Felipe VI en los que ha conseguido garantizar la continuidad de la institución que ahora mira a la Princesa de Asturias.

Diez años marcados por una gran adversidad a los que la corona ha conseguido sobreponerse y que celebran este fin de semana su primera década. Sirva el dato para comprobar que, aunque no sea actualmente el caso de España, la monarquía sí ha estado en peligro durante todo el siglo pasado. En 1900 había 150 monarquías en todo el mundo. Hoy, apenas quedan 42, y es una cifra abultada porque de esas 42, más de una docena comparten al monarca británico como cabeza de su sistema político institucional. Ahí están Las Bahamas, Nueva Guinea o las Islas Salomón.

En España, diez años después, la monarquía es más fuerte y la popularidad de la princesa Leonor ha crecido desde que traspasó la mayoría de edad. También ha servido de impulso el papel de la reina Letizia, con un papel destacado en la actividad diaria de la casa del rey.

¿Cómo van a ser los actos del miércoles? Va a haber un poco de todo. El día comenzará con un solemne relevo de la Guardia Real en el Palacio Real. Luego habrá un acto de condecoraciones a una veintena de ciudadanos relevantes de la sociedad española. Habrá un almuerzo de gala y por la tarde la princesa y su hermana, la infanta Sofía, visitarán las colecciones reales con un grupo de jóvenes. Los actos del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI se van a cerrar con un concierto en el que tendrá un papel destacado el violinista Ara Malikian.

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