Ábalos se aferra a su escaño: no abandona el Congreso para seguir bajo el paraguas del aforamiento

A pesar de que el PSOE se le pidiera que renunciara a su acta y tras las investigaciones del caso Koldo, el exministro necesita estar protegido

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¿Qué supone estar aforado? La razón por la que Ábalos no renuncia a su acta de diputado

Redacción digitalPilar Abad

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Una vez destapada la trama de corrupción por la venta de mascarillas defectuosas al gobierno balear por parte del exasesor, Koldo García, del exministro José Luis Ábalos; el Gobierno y el PSOE se encuentran en “apuros”.

Caber recordar que Pedro Sánchez llegaba a Moncloa tras una moción de censura contra Mariano Rajoy para acabar, precisamente, con la corrupción. Ahora, es el partido del presidente del Gobierno el que se ve envuelto en una polémica similar y para la que ha tomado, en principio, una única medida: expulsar a Ábalos del partido previa petición de que renunciara a su acta de diputado.

Pero ¿por qué José Luis Ábalos ha tomado la decisión de mantener su escaño, pasarse al Grupo Mixto, y así continuar en el Congreso de los Diputados? Tan sencillo y simple como seguir bajo el amparo del aforamiento del que gozan en España más de 200.000 personas.

¿Qué privilegios tiene ser aforado?

En plena investigación del caso Koldo y ante las continuas revelaciones que conocemos día a día, el que fuera ministro de Fomento tenía muy claro que pasara lo que pasara, sobre todo, no podía perder su aforamiento porque es una forma de defenderse.

En 'La Mañana Fin de Semana' explicamos en qué consiste y cuáles son las ventajas que tienen aquellos que son aforados.

El aforamiento es un recurso -algunos lo denominan privilegio- que otorga el artículo 71 de la Constitución a ciertos cargos, como diputados y senadores, y que supone que todos ellos, en el ejercicio de sus funciones, responden ante la Justicia española de forma distinta al resto de ciudadanos. Es decir, los procedimientos dirigidos contra ellos, los asumen determinados juzgados que, en el caso del socialista, sería la Sala Segunda del Supremo.

Como explica David Ortega, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Rey Juan Carlos, el aforamiento “en teoría, es para evitar las represiones políticas a las que se pueda ver sometido un tribunal a juzgar a un determinado cargo público o a un alato cargo público”.

Si a día de hoy un juzgado quisiera investigar a José Luis Ábalos para esclarecer los hechos sobre su presunta implicación en el caso Koldo, en el caso Ábalos, o en el caso PSOE, como lo queramos llamar, el órgano judicial debería elevar un escrito a la Mesa del Congreso para que esta autorice la investigación.

En el caso de que la presidencia de la Cámara Baja -todavía con Francina Armengol al frente- lo autorizase, pasaría a ser juzgado por el Tribunal Supremo.

De lo contrario, si Ábalos hubiese renunciado a su acta de diputado, la investigación judicial seguiría un curso ordinario y sería juzgado por un tribunal al uso, como cualquier otro ciudadano. En este caso, Ismael Moreno, titular del juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, ya habría investigado a Ábalos. Como es aforado, el informe de la UCO de la Guardia Civil se ha limitado a sugerir y a situarlo como intermediario de la trama para la adjudicación de mascarillas.

El ministro Ábalos y Koldo García en una imagen de archivo. Foto ABC

El ministro Ábalos y Koldo García en una imagen de archivo. Foto ABC

La polémica del aforamiento: no existe en todos los países y en España hay “demasiados”

La condición jurídica del aforamiento puede resultar polémica en algunos casos. Precisamente hay países en los que no existe o está muy limitado. Ni en Alemania, ni en Reino Unido, ni en Estados Unidos hay aforados. En Portugal e Italia solamente goza de este privilegio el Presidente de la República; y en Francia, sólo son aforados el presidente de la República, el primer ministro y sus ministros. En España, hay algunos más…

Según la información aportada el Consejo General del Poder Judicial, en 2017 había un total de 250.000 aforados, de los que más de 232.000 son miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Policías, guardias civiles, agentes autonómicos… En número les siguen jueces y fiscales y el resto, casi 18.000, pertenecen a instituciones del Estado y de las Comunidades Autónomas. Algo más del 10% son, por tanto, políticos.

En este aspecto, David Ortega asegura que “quitará todos los aforamientos” de manera que, a su juicio, “solo mantendría al jefe del Estado, al presidente del Gobierno y poco más”. Por otro lado, el catedrático de Derecho Constitucional aplaude la decisión que han tomado algunas comunidades como Canarias, Cantabria, Murcia, Baleares, La Rioja y Aragón de eliminar de sus Estatutos de Autonomía los aforamientos para sus diputados y miembros del Gobierno regional, subrayando en que se trata “de un camino a seguir”.

La propuesta de eliminar esta figura lleva años rondando la escena política. El propio Pedro Sánchez aseguró en 2018 que promovería una reforma exprés de la Constitución en dos meses para eliminarla, pero nunca se ha llevado a cabo.

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¿Quién es José Luis Ábalos?

José Luis Ábalos. Nacido en Torrente, en Valencia. Hijo del torero Carbonerito. Afiliado del PSOE durante 43 años, las últimas seis legislaturas como diputado en el Congreso. Y con un historial político de peso: ha sido ministro, ha sido secretario de organización del PSOE y uno de los dirigentes socialistas a los que se agarró Pedro Sánchez para recuperar la secretaría general del PSOE en aquellas primarias de 2017 en las que venció a Susana Díaz y a todo el aparato

Ahora, para Moncloa, para Ferraz, para Sánchez, José Luis Ábalos es un apestado.

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