Una doctora geriatra advierte de los primeros síntomas que podrían indicar un caso de Alzheimer: "Nos entra el miedo"

Fernando de Haro visita el Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, en Madrid, para descubrir cómo se trabaja con las cerca de 800.000 personas con esta enfermedad en España

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

El alzheimer es una de las enfermedades que más preocupan a los españoles, sobre todo, por lo dramático que acaba siendo en los últimos años de vida. En España hay cerca de un millón de enfermos de Alzheimer. En concreto, alrededor de 800.000 personas. Se espera que, o se estima que, en 2050 puedan llegar a ser tres millones y medio las personas con Alzheimer o con otro tipo de demencia. 

Por ello, el director de La Mañana del Fin de Semana, Fernando de Haro, ha visitado el Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, buscando ver de primera mano cómo se ayuda a los enfermos de Alzheimer y, también, a sus familias. 

Diego Fernández, director del Centro, explica todos los cuidados que necesita un enfremo de Alzheimer. "Son muchos cuidados durante el día, dependiendo del grado de deterioro que tiene el enfermo. Nosotros aquí, cuando una persona ingresa en el centro, en la zona de residencia, se cubren todas sus necesidades, desde la ducha, desde el desayuno, desde la alimentación, otro tipo de necesidades relacionadas con el día a día, como la actividad más lúdica y actividad terapéutica para, en la medida de lo posible, el grado de deterioro que tienen, que se evolucione lo más lentamente posible", explica el director.

Por ello, cuentan, por ejemplo, con un centro de día, con actividades y trabajos para mantener la mente activa. Sin embargo, Diego Fernández habla también de cómo algunas familias tienen mala conciencia por dejar a su familiar en el centro. "Hay familias que tienen mala conciencia, que piensan que si llevas a un enfermo de Alzheimer a un centro de día como el que tenéis aquí, pues que eso es, pues no darle cariño, no responsabilizarse. Es evidentemente una decisión muy personal y bueno, nosotros siempre hacemos una equiparación, salvando las diferencias, cuando éramos padres y evidentemente llevamos nuestros hijos al colegio, entonces esa sensación de abandono, pero luego una vez que ingresan al centro y ven cuáles son las actividades y la atención que las diferentes profesiones que tenemos dan a sus familiares, pues se van quitando esos miedos", relata. 

Por ejemplo, uno de estos ejercicios con los que trabajan es lanzar unos aros y encestar en una base, con lo que trabajan la psicomotricidad. Además, Diego explica también que hacen unas Olimpiadas y que la competitividad acaba ayudando: "Lo que consigo es que ellos solos se levanten, que a lo mejor en otro momento del día pues no quieren estar levantados ni moverse ni nada, pero con el juego ya consigo que ellos mismos pues activamente se levanten y también participen. Y luego pues motricidad en cuanto a miembro superior".

LOS PRIMEROS SIGNOS DE APARICIÓN DEL ALZHEIMER

Otro profesional con el que Fernando de Haro conversó es Isabel del Cañizo, médico geriatra y una de las figuras más importantes y representativas del centro. Ella advierte de cómo son estos primeros síntomas. "Los síntomas más clásicos son la pérdida de memoria, con despistes típicos como perderse por la calle en sitios en los que antes conocían, dejar el fuego puesto, olvidarse las recetas. Pero también pueden tener cambios en la personalidad, como por ejemplo comenzar con agresividad. Muchas veces nos entra el miedo de tener una enfermedad de deterioro cognitivo porque tenemos una persona delante y no nos acordamos de su nombre, porque no nos acordamos de otras cosas", explica.

      
             
      

Porque hay que recordar que el Alzheimer es un tipo de demencia, y por ello hay varias maneras de trabajar. Sobre todo, porque va evolucionando. "Al final la demencia es una enfermedad que evoluciona, que es progresiva y van a tener poco a poco pérdida de todas sus capacidades. Entonces hay que tomar decisiones de cara a qué va a pasar cuando ya no pueda yo tomar. En los primeros momentos de la enfermedad se tomen algunas decisiones. Al menos vienen al centro de día por ejemplo. Pero hay personas que por lo que sea no tienen un centro de día", explica.

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