“Aunque tuviéramos un año igual de malo que 2020 creo que podríamos soportarlo”
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Dan personalidad y distinción a nuestras calles y plazas. Sus fachadas han soportado las bombas de la Guerra Civil, las penurias de la posguerra, crisis económicas y dos pandemias. La mal llamada gripe española y ahora el coronavirus.
Hablamos de los comercios centenarios que lejos de hacerse pequeños ante las dificultades han aprovechado las crisis del pasado para actuar de manera rápida y decidida ante la Covid19.
Casa Hernanz abrió sus puertas en 1845 para vestir los pies de los madrileños con el calzado más cómodo que tenemos, las alpargatas. Detrás del mostrador encontramos a Jesús, es la cuarta generación al frente de este negocio familiar. Recuerda emocionado como el viernes 13 de marzo, “se me saltaban las lágrimas cuando a las ocho de la tarde me iba a casa”. Era la primera vez que Casa Hernanz bajaba la persiana en 175 años. Ni siquiera lo hizo durante la Guerra Civil.
“Es lo más duro a lo que me he enfrentado”, asegura Jesús que este año ha perdido más del 70% de las ventas anuales. Su filosofía es clara: “aguantar, aguantar y aguantar”. Sus hijos forman parte de la plantilla y durante la pandemia impulsaron la digitalización de la tienda. Toda una revolución que a Jesús le supera nos dice, pero que supone poner en el siglo XXI un negocio del XVIII.
Mikel Manterola apostó por la digitaliación hace unos años. Es la sexta generación al frente de Casa Manterola, una pastelería-cafetería que encontramos en el centro de Pamplona. Lleva más de 210 años haciendo las delicias de los pamploneses.
“Al principio la responsabilidad te paraliza un poco” explica Mikel. Sus clientes valoran su producto y su gestión. Cree que lo más importante para sacar el negocio adelante es “conseguir equipo de los trabajadores, esa es la clave”. Espera salvar el año con la campaña de Navidad para la que ha sacado a todos sus empleados del ERTE. Cree que lo peor ha pasado tiene claro que “para llevar Manterola es muy importante estar dispuesto a cerrarla" porque añade, "las empresas tienen que ser rentables".