LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

El "Petiso Orejudo": el niño que comenzó a matar con solo 9 años

Pasaría a la historia como referencia de un ser malvado, ausente de cualquier clase de empatía, y con una enorme sed de sangre y de venganza

Pedro González

Málaga - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

De Cayetano Santos Godino se decía que era uno de los mayores sociópatas de Argentina. Nacido en 1896, sembró el terror a su alrededor desde que sólo era un niño. El apodo de “Petiso Orejudo” (apodado así por su baja estatura y sus agrandes orejas) pasaría a la historia como referencia de un ser malvado, ausente de cualquier clase de empatía, y con una enorme sed de sangre y de venganza.

Con una infancia difícil, acosado por problemas mentales, enfermo de sífilis… en ese contexto Cayetano fue creciendo… y lo hizo en un ambiente hostil que no le ayudó en nada, sino más bien lo contrario: le empujó al abismo de la delincuencia y del asesinato.

Después de matar a varios niños, Cayetano Santos Godino cometió su último crimen, secuestrando y asesinando al pequeño Gesualdo Giordano. Las investigaciones lo condujeron irremediablemente a prisión.

Los informes psiquiátricos determinaron su no rehabilitación, por lo que jamás volvió a pisar la calle.

Su muerte es todo un misterio. Mientras la versión oficial habla de un proceso ulceroso gastroduodenal, la teoría paralela asegura que fue apaleado hasta la muerte por el resto de reclusos, debido a su carácter violento y por haber matado a la mascota de la prisión: un gato.

Estamos ante el expediente de un criminal tan popular en Argentina, que tiene su propia figura en un museo. Profundicemos en el perfil y en el caso del Petiso Orejudo.

INFANCIA

Para hablar de la infancia de Cayetano Santos Godino, hemos invitado a La Noche de Adolfo Arjona al escritor e investigador José Manuel Frías, para saber si pudo potenciar su contexto familiar y social su perfil asesino. ‘Fue una infancia turbulenta. Su padre, Fiore, era un alcohólico que volcaba su violencia sobre Cayetano, pegándole grandes palizas de manera frecuente. Aquello lo terminó desquiciando de tal manera, que el niño fue expulsado de las escuelas que pisaba, debido a su carácter rebelde y a su falta de interés por estudiar, por lo que pasaba las horas muertas vagando por las calles de Buenos Aires’ cuenta José Manuel Frías; ‘en ese entorno tan poco apropiado, se inició en el arte de matar, aunque solo fuera con aquellos perros, gatos o pájaros con los que se tropezaba, y a los que mutilaba sin piedad, guardando algunos de sus pedazos bajo la cama. De aquella manera, exteriorizaba su odio, y su furia’

DETENCIÓN Y PRISIÓN

Estamos ante un niño de nueve años que agredía brutalmente y que mataba a otros niños menores de dos, tres, cinco, trece años. A alguno incluso lo llegó a quemar vivo. Su detención tuvo lugar el 3 de diciembre de 1912. ‘Aquel día, el Petiso secuestró al niño Gesualdo Giordano, de tres años, al que ató con la cuerda de sus pantalones en una zona alejada de la población. Luego salió a la calle para encontrar algo con lo que matarlo. En el suelo encontró un viejo clavo de diez centímetros, y con él regresó, clavándoselo en la sien con la ayuda de una piedra’ relata José Manuel Frías; ‘lo curioso es que al principio no se supo que el asesino había sido el Petiso, pero el propio criminal acudió al velatorio para ver al muerto, y las autoridades lo detuvieron al resultarles sospechoso. Y terminó confesando’.

Su paso por prisión no supuso su reinserción en la sociedad. ‘Allí no mejoró su comportamiento. Además de intentar huir en varias ocasiones, atacó con crueldad a dos internos, ambos inválidos. Siguió manteniendo los mismos instintos criminales. En 1923 fue trasladado al Penal de Ushuaia, en la Patagonia, donde años después lanzó a la mascota de la prisión, un gato al que adoraban los presos, a una hoguera, matándolo. No hace falta decir que los reclusos le dieron una enorme paliza’ asegura José Manuel Frías; ‘Cayetano falleció el 15 de noviembre de 1944, a los 48 años, en el penal de Ushuaia. Se desconoce a ciencia cierta la causa de su muerte. La versión oficial apunta a un posible proceso ulceroso, que le provocó una hemorragia interna. Pero algunos especialistas sospechan que el fallecimiento fue debido a una paliza recibida por otros presos. De hecho, se sabe que había sido maltratado, e incluso violado, por otros reclusos en diferentes ocasiones’.

PERFIL PSIQUIÁTRICO

El “Petiso Orejudo” mató a cuatro niños, cometió siete intentos de homicidio a menores y quemó siete edificios. La dificultad de entender este expediente es pensar que un niño pueda ser un asesino en serie. Para eso hemos invitado a La Noche de Adolfo Arjona al psiquiatra Carlos Sánchez y saber si hay alguna explicación para que un niño de 9 años pueda agredir brutalmente y matar a otros menores. ‘Es cierto que hay una predisposición genética en determinados niños y posteriormente adultos, para desarrollar conductas violentas’ cuenta Carlos Sánchez; ‘para estudiar un caso como este hay que estudiar su entorno familiar que es lo que nos dará la clave del futuro a corto o medio plazo de ese menor y entrevistarnos con profesores y tutores, encargados de centros de menores donde haya podido estar y luego hacer una buena exploración clínica del menor y a partir de ahí plantear qué puede estar ocurriendo'.

En la prisión en la que Cayetano Santos Godino, el “Petiso Orejudo”, pasó sus últimos años, existe en la actualidad un museo que recuerda aquel pasado truculento. Entre otras figuras se conserva la suya.