LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Angela Merkel: por qué decidió mantener su apellido de casada tras separarse y su futuro tras la política

En "La Noche de Adolfo Arjona" te contamos cómo Angela Merkel se convirtió en política y el secreto de su éxito como Canciller dentro y fuera de Alemania

Yolanda Guirado

Sevilla - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Jamás pensó en dedicarse a la política. Jamás, en aquel régimen comunista donde creció y en el que prefería no postularse. Jamás, hasta que una tarde fría de noviembre, Alemania cambió para siempre.

Aquel 9 de noviembre no solo cambió Alemania. Tras la caída del muro de Berlín, la vida de una joven física estaba a punto de dar un giro de 180 grados. Esa joven física se llamaba Angela Dorothea Kasner, aunque todos la conoceríamos como Angela Merkel.

El muro de Berlín caía el 9 de noviembre de 1.989

El muro de Berlín caía el 9 de noviembre de 1.989

ANGELA MERKEL, EN FAMILIA

Como le ha contado Ana Carbajosa, la autora de “Angela Merkel: Crónica de una era”, a Adolfo Arjona, la canciller adoptó el nombre de su primer marido cuando se casó con él. Años más tarde se divorciaría, pero ella mantuvo su apellido de casada. ¿El motivo? Esto es algo muy habitual en Alemania, y además no podemos olvidar que Angela Merkel ya había arrancado su carrera política, por tanto no quiso cambiarse el apellido”.

Muy poco dada a hablar de su vida privada en público, la canciller tampoco se pronuncia sobre su decisión de no haberse convertido en madre. En alguna ocasión, cuando se ha referido al tema, sencillamente ha dicho que no se dieron el momento ni las circunstancias. Y mantiene su hermetismo: No habla del tema. Aunque tampoco se lamenta de no haber dado este paso.

LA JOVEN FÍSICA QUE DIRIGIÓ ALEMANIA

Los que la conocen, aseguran que Merkel no se había planteado la política como una opción profesional hasta que cayó el muro. Siempre en un discreto segundo plano, estudió Físicas para evitar la injerencia política del Estado en ese momento: “Al poco tiempo de caer el muro, empieza a sondear partidos y acaba en “Despertar Democrático”, un nuevo partido que se formaba y que termina unificándose con la CDU.

Transmite confianza y credibilidad. Y siempre cumple con sus promesas. Y estas virtudes, tan poco dadas en política, la han convertido en canciller alemana. Un cargo que ha ocupado durante cuatro legislaturas.

INCANSABLE NEGOCIADORA

Es verdad. Angela Merkel puede que no tenga un gran carisma. Y tal vez tampoco sea una gran oradora. Pero ha transmitido esa sensación de estabilidad a los alemanes. Con ella en el gobierno, se sentían seguros. Y eso vale más que todos los discursos del mundo.

Tal vez por estos motivos sea una mujer admirada no solo en su país. En el terreno internacional resulta incansable. Siempre busca el compromiso. Los políticos europeos aseguran que cuando se sienta a negociar, ha estudiado hasta el último detalle. Respeta no solo a los países grandes, también a los pequeños.

ANGELA MERKEL Y LAS DISTANCIAS CORTAS

En las distancias cortas, Angela Merkel es una mujer impresionante. Así la ha descrito Carmen Martínez Castro, Secretaria de Estado de Comunicación durante la etapa de Rajoy en el Gobierno.

Mariano Rajoy y Angela Merkel

Mariano Rajoy y Angela Merkel

En “La Noche de Adolfo Arjona, la periodista ha recordado cuando coincidió con ella la primera vez. “Entonces, Rajoy era líder de la oposición. Tuvimos una reunión en la sede de la cancillería alemana. Es una mujer impresionante, que ha marcado en buena medida lo que ha sido la trayectoria europea en estas últimas dos décadas”.

EL FUTURO DE MERKEL

Una mujer cercana. Es otra de las grandes virtudes de Angela Merkel. Ella es la antítesis de esa política dedicada al relato, al postureo y a la imagen. Es auténtica. Y eso se vende muy caro en estos tiempos que corren.

Tal vez por eso, la vamos a echar de menos como dirigente política. Por eso, y no solo por eso. Angela Merkel es una política muy racional, como buena científica.Y tiene un gran sentido del deber y la moralidad.

Una vez que abandone la cancillería, Merkel quiere descansar. Han sido dieciséis años sirviendo a su país. Y no de cualquier manera. Desde luego, se merece un descanso.

TAMBIÉN TE PODRÍA INTERESAR:

El día que los Servicios Secretos salvaron al Rey Juan Carlos de un magnicidio

Miki Nadal: El selecto grupo de personas al que pertenece y por qué repitió curso en octavo de EGB