LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Un espía: "Escribir un secreto de Estado es un error, los secretos nunca se dejan en un papel"

El espía español Fernando San Agustín se sincera y confiesa la dureza y soledad de su trabajo durante años de lucha contra ETA

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Un espía: "Escribir un secreto de Estado es un error, los secretos nunca se dejan en un papel"

Mónica García

Málaga - Publicado el

4 min lectura

Fue espía de los servicios secretos de España. Espía de los de acción… de los que realizan trabajo de campo… de los de se juegan el tipo… de los que se juegan la vida.

Se llama Fernando San Agustín y ahora, desde la madurez de los años, confiesa en los micrófonos de ‘La Noche de Adolfo Arjona’, que jamás volvería a hacer todo lo que hizo. “Solo estoy orgulloso de tres o cuatro cosas divertidas”, asegura durante la conversación con Arjona.

Fernando San Agustín terminó el servicio militar en los años sesenta y fue inmediatamente reclutado para ser un agente de inteligencia. En aquellos años los españoles sufríamos el terrorismo del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota), del GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) y de ETA. “Los de ETA al principio no estaban tan organizados ni eran tan listos, nosotros éramos más tácticos”.

Estamos hablando de principios de los años setenta, momento en el que Mikel Lejarza, alias ‘El lobo’, era reclutado por los servicios secretos para ser infiltrado en el núcleo duro de ETA. Aquello de infiltrar a gente en el corazón de la banda terrorista fue dando resultados, pero era un proceso lento y complicado.

PROGRAMA 'EXILIO PROTEGIDO' PARA ETARRAS

Desde luego, lo que había conseguido Mikel Lejarza fue tan extraordinario como arriesgado. Así que había que buscar otra forma de acabar con ETA. Y es ahí donde aparece Fernando San Agustín y sus compañeros. Crean lo que se conoció como ‘exilio protegido’. “La idea del exilio protegido era muy buena, porque desmoralizábamos al núcleo duro de ETA cuando ayudábamos a los que querían dejar la banda (porque habían sido simpatizantes o integrantes) a huir a un país lejano con una identidad nueva” relata San Agustín.

Sin embargo, aquel ‘exilio protegido’ para miembros de la banda terrorista ETA se encontró con las objeciones legales del Ministerio de Justicia y del fiscal general del Estado, quienes entendían que, entre otras cosas, los servicios secretos del país estaban ayudando a escapar y exiliarse a terroristas que debían ser juzgados.

De aquel capítulo de la historia de nuestro país no queda rastro alguno porque, como recuerda este veterano agente de campo, “prohibimos escribir nada, dejar una sola palabra escrita, porque lo que se escribe no es secreto, siempre hay alguien que se lo lleva y termina saliendo alguna vez. Por eso nosotros no dejamos nada por escrito. El escribir un secreto de Estado es un error, los grandes secretos nunca se han escrito ni se han dejado en un papel”.

LA TRASTIENDA DE LOS SERVICIOS SECRETOS

Ahora, Fernando San Agustín cuenta en su libro ‘La trastienda de los servicios de inteligencia’ (Rocaeditorial), cómo ha participado en distintas operaciones antiterroristas en la lucha contra ETA, cómo intentó convencer a miembros de ETA sin delitos de sangre para alejarlos de la lucha armada, crearles una nueva identidad y enviarlos lejos de España. También cómo se infiltró para conseguir información de alto nivel y evitar atentados.

“Los trabajos de los servicios de acción o servicios de campo no tienen precio, no están pagados. Te suponen un conflicto psicológico después tremendo, terminas teniendo doble o triple personalidad, has abandonado a tu familia, te quedas sin amigos. ¿Cómo vas a tener amigos si no les puedes contar nada de lo que haces? Ser espía es un horror de trabajo. Estás orgulloso porque piensas, de verdad, que ha servicio para que el país vaya mejor, pero es un horror de trabajo”, reflexiona Fernando San Agustín desde lo vivido en primera persona.

Sobre el trabajo de San Agustín dice el periodista Fernando Rueda, experto en servicios secretos: “Fernando San Agustín es un espía listo, valiente y hábil. Sus operaciones cambiaron la historia de España”.

Durante una hora Adolfo Arjona charla con dos espías de los servicios de inteligencia de nuestro país, Fernando San Agustín y Juan Rando; además de todo un experto en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el periodista Fernando Rueda. Con ellos resolvemos preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿han matado alguna vez?, ¿siguen temiendo por su vida?, ¿existen los espías traidores?, ¿quién los vigila y los detiene?...

Escucha el podcast adjunto a esta noticia y disfruta de la trastienda de los servicios secretos de nuestro país.

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