LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Ed Gein, el asesino que inspiró "Psicosis" y "El silencio de los corderos"

'El carnicero de Plainfield' hacía cinturones y sillones con la piel de sus víctimas

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Ed Gein, el asesino que inspiró "Psicosis" y "El silencio de los corderos"

Pedro González

Málaga - Publicado el

4 min lectura

Este es uno de los expedientes más espeluznantes de los que hemos abierto. Lo recordamos cuando se van a cumplir 65 años, del internamiento de Edward Gein. Fue el 6 de enero de 1958. Impedido mentalmente para ir a la cárcel según los psiquiatras, fue condenado a un internamiento indefinido en un manicomio.

LOS CRÍMENES

Para conocer los detalles de sus crímenes La Noche de Adolfo Arjona recurre a Ramón Chipirrás, criminólogo y secretario del Colegio Profesional de la Criminología de Madrid.

Como siempre nos gusta hacer cuando abrimos el expediente de un asesino en serie queremos saber cómo se inician los asesinatos y la influencia que tenía en él Augusta, su madre. Ella le repetía constantemente que los hombres eran malos, que las mujeres eran pecadoras, que el sexo era algo prohibido, y que sólo debía estar junto a ella. Ese constante manejo de su mente, le hizo sufrir lo que se conoce como complejo de Edipo, una mezcla brutal de odio y de amor hacia Augusta. ‘Cuando su madre muere, Ed Gein sufre una transformación brutal’ dice Ramón Chipirrás; ‘la madre era una fanática religiosa y había estado toda su infancia y parte de la adolescencia, hablándole a su hijo en términos de una radicalización religiosa’.

Su primera víctima fue en 1954 cuando acaba con la vida de una joven que trabajaba en una taberna, ‘allí la tirotea, la mata y la lleva a su casa en su vehículo y la segunda víctima también es tiroteada’ afirma Ramón; ‘el denominador común es que ambas fueron tiroteadas y amas tenían un tono de piel muy pálida, que coincide con el todo de piel que tenía Augusta, la madre de Ed Gein y por lo tanto todo se relaciona’.

La policía incluso le atribuyó algunas desapariciones que se produjeron en la zona años anteriores a la primera víctima oficial, pero nunca se pudo comprobar

A Ed Gein lo detienen en 1957 por una casualidad. Su última víctima trabajaba en una ferretería y el libro de contabilidad, determinaba que el último cliente había sido él. ‘La policía ya lo tenía en el punto de mira y es entonces cuando van a su domicilio y al abrir la puerta encuentran las imágenes de la barbarie’ cuenta Ramón Chipirrás.

Tras el arresto de Ed Gein, los agentes entraron en su granja. Lo que encontraron allí les hizo bautizar el lugar como “la mansión de los horrores”, y al asesino, como “El carnicero de Plainfield”. ‘Encuentran a la ferretera colgada de los tobillos, decapitada y sus vísceras en un congelador’ relata Ramón; ‘pero además encuentran restos humanos por toda la casa, diez calaveras humanas usadas como ceniceros, tazones de comida, a modo de lámparas, sillones enfundados con piel humana, bolsas con restos humanos, algún cinturón hecho con restos del cuerpo humano… fue tan brutal lo que la policía encontró, que se fotografió todo y se destruyó todo lo que se encontró’.

PERFÍL PSIQUIÁTRICO

Para hablar del perfil psiquiátrico de Ed Gein hemos invitado en La Noche de Adolfo Arjona a Ángel Cuquerella, Psicólogo y médico forense.

Ed Gein fue etiquetado no sólo como asesino, sino también como ladrón de tumbas. Un hombre que ocultaba una sádica tendencia, que casi siempre se atribuye al género masculino.

‘Ed Gein era una persona enferma mentalmente, no creo que lo diagnosticaran muy finamente e incluso su madre podría tener un trastorno delirante’ asegura Ángel Cuquerella; ‘el sadismo es algo poco estudiado en mujeres y se da en un porcentaje muy bajo en mujeres, pero hay que abordarlo con más medios técnicos’.

Pero el sadismo tiene distintos grados o niveles. ‘Es una dimensión y por lo tanto hay gente cero sádica y otros 100% sádicos’ asegura el experto; ‘el sadismo cotidiano es el de esa serie de personas que disfrutan con el sufrimiento ajeno, dañando a terceras personas, que insultan, humillan y disfrutan haciéndolo, un sadismo podríamos decir de bajo perfil’.

El sadismo no se cura dice Ángel Cuquerella. ‘No se nace sádico, pero se nace con ciertas tendencias que la infancia y adolescencia irán matizando y condicionando, y en la etapa adulta habrá que tratar o intervenir, pero no se cura, es una manera de ser’.

En el año 1974, Ed Gein... ya anciano... solicitó un nuevo estudio psiquiátrico para intentar demostrar que no era un tipo peligroso. Quería quedar en libertad y recorrer el mundo, pero los especialistas determinaron que era un riesgo que pisara la calle, por lo que la petición le fue denegada.

“El carnicero de Plainfield” murió el 26 de julio de 1984 debido a una insuficiencia respiratoria. Sus restos mortales descansan desde entonces en el cementerio de aquella ciudad, junto a la tumba de Augusta, su madre.

Dicen que su historia inspiró al autor Robert Bloch para escribir su libro “Psicosis”, que Alfred Hitchcock llevó al cine. Y que también inspiró al escritor Thomas Harris para su novela, también convertida en película, “El silencio de los corderos”.

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