LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

Juan Bolívar, el único superviviente de la tragedia del Atlas marroquí: "fallecieron y no investigaron"

El espeleólogo y policía nacional vivió una tragedia en el Atlas marroquí en la que murieron sus compañeros de expedición y ahora lo cuenta en un libro titulado "Libre"

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Juan Bolívar, el único superviviente de la tragedia del Atlas marroquí: "fallecieron y no investigaron"

Pedro González

Málaga - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Abril de 2015. Tres espeleólogos españoles afrontan una aventura en el Atlas marroquí.

Un accidente hace que dos de ellos se precipiten al fondo de una cascada. Mientras luchan por sobrevivir, las autoridades españolas negocian con las marroquíes para enviar un equipo de rescate, pero lejos de poder resolver el problema en pocas horas, un entuerto diplomático hace que la operación se vaya retrasando. Dos espeleólogos terminan falleciendo y el único superviviente fue Juan Bolívar. ‘Depende del día, hay veces que lo recuerdo como si hubiera ocurrido hace nada y otras veces mi mente lo olvida y parece que fue hace mucho tiempo’ asegura Juan.

Eran miembros de un grupo granadino, amigos y amantes de la espeleología, de los que Juan y otro más eran policías nacionales de profesión.

EL ACCIDENTE

El lugar donde ocurrió el accidente no era especialmente complicado. ‘Era un trayecto que se podía hacer andando de forma fácil, pero nosotros cuando fuimos, había caído una semana antes una nevada, el río llevaba bastante agua y estaba muy cubierto de nieve, pero aun así no era un terreno muy difícil’ cuenta Juan Bolívar.

Aquella fatídica jornada la iniciaron seis personas que luego se dividieron en dos grupos de tres, porque tres decidieron hacer el cañón y los otros tres habían decidido no hacerlo. ‘Llegado el momento comenzamos el ascenso del cañón a través del río y cuando llegamos a las cataratas entramos por los laterales del barranco para continuar el ascenso del río’, cuenta Juan. ‘Los otros dos compañeros estaban con la cuerda, yo estaba preparando las mochilas para subirlas, vi que estaban hablando los dos de cómo se estaba desarrollando el ascenso y cuando bajé la mirada para seguir preparando el material, escuché un grito y los vi caer por el barranco. Uno de ellos murió en el acto y el otro se quedó a mi lado bastante grave’.

Todo sucedió un domingo y el otro grupo del que se separaron no volvería a encontrarlos hasta el miércoles siguiente, por lo tanto, tenían tres días en los que tenían que aguantar la situación sin que nadie diera la voz de alarma. ‘Durante esos tres días había que mantener a José Antonio lo más caliente posible ya que estábamos rodeados de nieve’ dice Juan Bolívar; ‘quité nieve son una pala y le construí una especie de iglú, le puse encima toda la ropa que llevábamos para cambiarnos, los sacos de dormir para no moverlo mucho y yo me hice un agujero para instalarme allí’.

Juan hablaba con su compañero mal herido, pero en ningún momento le dijo que Gustavo había fallecido. Para complicar más las cosas, el lunes se quedó sin batería en todos los dispositivos móviles de que disponían. ‘Al no encontramos con el otro grupo ese miércoles, ellos se pusieron en contacto con la gendarmería y fue cuando empezaron a hablar con la embajada, pero hasta el sábado siguiiente no fueron a buscarnos, una semana después del accidente’ relata Juan Bolívar.

EL FINAL DE LA HISTORIA

La gendarmería no puso de su parte para ir al rescate, fueron sus propios compañeros los que decidieron hacerlo. Su compañero José Antonio falleció de hipotermia durante la operación de rescate. Las autoridades españolas no abrieron ningún tipo de investigación, ‘se intentó poner a través de nuestro club de espeleología una denuncia, pero al final no llegó a ningún lado’ cuenta Juan.

Han pasado siete años del accidente y este tiempo ha sido un calvario para Juan Bolívar, pero sin embargo ha seguido practicando deportes de aventura. ‘La montaña para los que nos gusta es libertad, es algo que te llama, que te llena, es adrenalina’ concluye Juan.

Después del accidente Juan Bolívar solo tardó dos semanas en incorporarse de nuevo a su trabajo como policía nacional y aquella experiencia, la ha querido contar en un libro titulado “Libre” que publica la editorial Península.