LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

El pederasta de Ciudad Lineal: un delincuente reincidente que abusó de cinco niñas

En 'La Noche de Adolfo Arjona' abrimos el expediente de Antonio Ortiz, condenado a setenta años y medio de prisión

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El pederasta de Ciudad Lineal: un delincuente reincidente que abusó de cinco niñas

Redacción COPE Málaga

Málaga - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En la crónica negra de 'La Noche de Adolfo Arjona' abrimos un expediente que nos sitúa en enero de 2018 en Madrid. Rodeada de una enorme expectación mediática llegaba la noticia: el Tribunal Supremo confirmaba la condena de 70 años y seis meses de prisión para Antonio Ortiz, conocido como el pederasta de Ciudad Lineal.

Las aberraciones cometidas por este violador se remontaban a 1998. Antonio Ortiz secuestraba a una niña, de tan solo siete años, cuando se dirigía al colegio madrileño José Bergamín. En un lugar apartado detuvo el vehículo y abusó sexualmente de la niña. Después se detuvo a 500 metros de la escuela y la dejó marchar. Los restos que dejó en la menor permitieron detenerlo y condenarlo a nueve años de cárcel.

SALIDA DE PRISIÓN

Unos años más tarde, tras salir de prisión, Antonio Ortiz volvía a actuar. Fue el 24 de septiembre de 2013. Esta vez la víctima era una niña de solo cinco años. Se encontraba jugando en un parque infantil. Antonio la engañó diciendo que era amigo de su madre y que, si lo acompañaba, le daría unos regalos. Abusó de ella en el mismo vehículo y luego la abandonó en una caseta de jardinería, donde fue encontrada y auxiliada por dos personas que luego la condujeron a su casa.

El 10 de abril de 2014, volvía a actuar. El objetivo esta vez fue una niña de nueve años que salía con sus amigas de una tienda. El pederasta la engatusó diciéndole que le regalaría ropa. La metió en el vehículo, la drogó con pastillas y la condujo a su casa, al “piso de los horrores”. Allí la violó, la obligó a ducharse y después la dejó abandonada en una parada de metro.

UNA NUEVA VÍCTIMA

Dos meses después, el 17 de junio de 2014, la víctima fue una niña china de seis años. La secuestró en la calle Luis Ruiz de Ciudad Lineal, en mitad de la tarde, mientras jugaba cerca de la tienda que regentaban sus padres. Después de ser narcotizada, la violó en su piso. En esta ocasión, la niña quedó tan grave que pasó tres semanas en el hospital, al borde la muerte.

La siguiente agresión sexual tuvo lugar el 22 de agosto de aquel mismo año 2014. La pequeña, de nacionalidad dominicana y siete años de edad, estaba jugando tranquilamente. Sus familiares se habían descuidado un momento, y el pederasta la convenció para que lo acompañara, con la excusa de dar una sorpresa a su abuelo. En este caso ni la drogó ni la llevó a su domicilio. La violó en el coche y después la dejó abandonada en el distrito de San Blas.

DETENCIÓN DEL PEDERASTA

Un mes más tarde, el 24 de septiembre de 2014, acaba la pesadilla que vivían miles de padres atemorizados: agentes de la Policía Nacional detenían en Santander a Antonio Ortiz, en el marco de un operativo llamado “Operación Candy”.

El primer abuso sexual a una niña cometido por Antonio Ortiz se produjo en 1998. Por aquella violación fue condenado a nueve años de cárcel. En 'La Noche de Adolfo Arjona' nos preguntamos: ¿una persona condenada por abusar de una niña de siete años cumple su condena sin que, a posteriori, exista algún tipo de seguimiento psicológico, policial o judicial?

LIBERTAD VIGILADA

El magistrado de la sección Penal de la Audiencia Provincial de Asturias, Luis Ortiz, le cuenta a Arjona que muchos de los condenados por este tipo de delitos “no reinciden, pero es notorio que algunos de ellos sí”.

En este sentido, el magistrado explica que en este caso se contempló la llamada “libertad vigilada” lo que supone que a esa persona, una vez sale de prisión, “se le pueden establecer una o varias obligaciones como estar localizable, llevar una pulsera, la prohibición de acercarse a algún lugar o a alguna persona, comunicarse con la víctima o participar en programas educativos”.

“Sí que existe un control posterior tras la pena privativa de libertad” y, añade Luis Ortiz, “si no llegan a cumplirse las medidas, el ciudadano estaría cumpliendo un delito que sería igualmente castigable”.

Antonio Ortiz sigue en prisión actualmente y Adolfo Arjona le preguntaba al magistrado de la sección Penal de la Audiencia Provincial de Asturias si cuando salga de la cárcel estará bajo vigilancia o sometido a algún tipo de control. En este sentido, Ortiz considera que se le volverá a imponer la libertad vigilada.

El experto añade que estas medidas “tienen un fin temporal, llega un momento en que se acaban, y sería bueno que socialmente que nos planteáramos el debate sobre qué queremos hacer en este tipo de situaciones”, puesto que las penas de libertad vigilada “llega un momento que se terminan y la sociedad no siempre es consciente de que esto ocurre”.

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