La verdadera razón por la que los aviones no pueden superar la atmósfera

Es uno de los grandes sueños del hombre: Viajar al espacio por placer. Irse de vacaciones al expacio exterior. En 2004, la nave Space Ship One se convertía en el primer cohete privado que llegaba al espacio. Ascendió unos 100 kilómetros. La nave permaneció durante unos tres minutos en el espacio exterior y posteriormente inició el descenso como un planeador. Pero, ¿Y los aviones comerciales? ¿Podrían subir hasta atravesar la atmósfera?

Es la pregunta que le ha hecho Adolfo Arjona al decano del colegio oficial de ingenieros técnicos aeronáuticos y aeroespaciales, Miguel Ángel González. Según ha explicado el decano en "La Noche de Adolfo Arjona", un avión comercial puede subir a unos 20 kilómetros desde la Tierra.

El motivo por el que un avión no puede traspasar esa barrera son precisamentes las características de la atmósfera. A medida que subimos, la presión disminuye, y con ella la densidad del aire.

Y añade que si un avión tuviera suficiente potencia e impulso, podría subir varios kilómetros, pero los motores de aviación necesitan aire, por eso, al disminuir la densidad del aire, el empuje de los motores de aviación es menor que el del cohete. Esto le impide subir tan alto. Por este motivo, los aviones no sobrevuelan nunca el Himalaya, porque su cima toca la estratosfera.

Solo apto para cohetes

Las aeronaves vuelan en la troposfera, la capa de aire que está sobre la superfície de la tierra. Esa capa contiene la mitad del aire de nuestra atmósfera. Según Miguel Ángel González, dependiendo el tipo de vuelo, los aviones vuelan a una altura u otra, pero nunca salen de la troposfera, que es la primera capa de la atmósfera donde habitamos y donde ocurren los fenómenos meteorológicos.

Según los expertos, la troposfera no es ideal para vuelos largos, por eso los aviones a reacción de aerolíneas llegan al límite de la troposfera, ya en la estratosfera. Eso sí, siempre bajo la atmósfera. Hoy por hoy esa línea solo pueden cruzarla los cohetes. Quién sabe si en un futuro no muy lejano...

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