Un adicto al sexo desvela el momento en que se dio cuenta de que necesitaba ayuda: "Me dejaron inconsciente"
Un testimonio anónimo explica en 'La Noche de COPE' a Beatriz Pérez Otín su experiencia entre otras adicciones como las drogas que le llevaron incluso a perder un empleo
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Es anónimo, así que para preservar su intimidad le hemos llamado Pedro en 'La Noche de COPE'. Tiene 38 años, y desde que apenas comenzó la adolescencia ha sufrido la adicción en diversas formas. Es hijo único y buen estudiante, finalizó sus estudios de ingeniería y dos másteres. Lo que le llevó a conseguir un buen empleo en un banco. No ha tenido una vida larga, pero ha sido suficiente para pasar por la enfermedad, sufrir sus consecuencias y controlarla. Ahora ha conseguido volver a coger las riendas de su vida. Algo que perdió cuando le echaron de ese trabajo.
"Por un lado, está la adicción al sexo, por otro lado, la adicción al trabajo, también al aprendizaje, también a las compras, también a las sustancias, entre las que se incluyen especialmente las drogas, pero también el alcohol...", expone este exadicto, que encontró una relación de estos problemas con su padre: "Él también tenía una personalidad muy adicta y yo vivía de manera desmedida". "Por ejemplo, si me compraba un juguete, me tenía que comprar muchos... También había rasgos de mi personalidad como la grandiosidad, la megalomanía...", destaca en 'La Noche de COPE'.
Fueron pasando los años, y no sales de tu agujero, donde el mapa de las adicciones se iba complicando cada vez más. Hubo varios momentos en los que se empezó a dar cuenta de que necesitaba ayuda, pero Pedro cayó en un pozo en el que no había más profundidad que puedes escuchar aquí. Después, reaccionó: "Me pasé a un móvil sin internet, por ejemplo". También confiesa en 'La Noche de COPE' que se acercó "a Dios": "Yo no sabía que no podía beber y para mí es el punto de inflexión, fue uno de mis periodos profesionales más fructíferos, tuve muchísimo éxito a partir de ahí".
Muchas veces, parece que hasta que no tocamos fondo no reaccionamos. "Yo sigo sin utilizar redes sociales, creo que son contraproducentes, creo que además alimentan la adicción; en cuanto a internet, lo necesito para el trabajo, pero me tomo mis precauciones como que en el teléfono tengo filtros parentales y la contraseña no la tengo yo y en el momento en que me pongo en una plataforma que tengo en mi casa de contenidos y veo una serie que tiene convenido relacionados con violencia, drogas, sexo, etcétera... dejo de verla", revela en 'La Noche de COPE'.
El gran problema de las adicciones, es, como en casi todo, el diagnóstico tardío. En la adolescencia, que es una época repleta de inseguridades, se da la circunstancia emocional perfecta para que aparezcan trastornos y enfermedades. Lo que empieza por algo puntual, a ratos, con los amigos, puede acabar minando la personalidad. A Pedro le costó, pero con el tiempo consiguió llegar a un punto de normalidad en su vida, además, encontrando otra forma de vivir como la que comparte con Dios.