Así es la rehabilitación de las personas con problemas de adicción gracias al trabajo

José Manuel se ha rehabilitado gracias a Proyecto Hombre

Beatriz Pérez OtínMiguel Palazón

Publicado el - Actualizado

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Segundas oportunidades. Quizá es una de las cosas más difíciles de conseguir en esta vida, pero aún así, existen y hay que saberlas aprovechar. José Manuel es una persona normal que se levanta cada mañana para ir a trabajar, que está pagando una hipoteca con el banco, que tiene un círculo de amigos. Vive cerca del mar, en Huelva. Pero no siempre fue así.

Siendo un crío la droga se cruzó en su vida y caminó cual equilibrista, por todas las que pasaron por sus manos: porros, cocaína, pastillas… así, hasta que tocó fondo. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo consiguió salir de ese círculo vicioso? Atravesando la puerta de Proyecto Hombre (PH), esa a la que tantas veces le dió la espalda por sus propios prejucios. "Era politoxicómano, llevaba muchos años y decidí que tenía que cambiar de vida, tenía que parar", le cuenta a Beatriz Pérez en 'La Noche'.

Él es un ejemplo de que, literalmente, el trabajo es salud. Tiene 39 años, es natural de Jaén y su perfil se acerca al del hombre-tipo que se acerca a PH. "Me he dedicado toda la vida a la construcción. Dentro de PH hice dos cursos, uno de Informática y otro muy completo de Pintura, y a raíz de ahí me he aficionado un poco a ello. Ahora gran parte del día me dedico a la pintura: para una empresa que trabaja para dos seguros y, aparte, mis trabajos independientes", ha señalado.

Las adicciones llevan las vidas de miles de españoles al límite. Drogas, alcohol o ludopatía son unas pocas de las muchas que existen. Sin embargo, gracias a asociaciones como PH estas personas consiguen sacar sus vidas adelante.

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No sabemos qué ocurrió en la vida de Ángela para acabar desarrollando una adicción, pero sí que en algún momento tocó fondo y no quiso continuar de aquella manera. Se había quedado fuera de contexto, lejos de su entorno, aislada... Ella, antes de toda esta historia, era entrenadora de un equipo de fútbol y eso le gustaba. "Cuando tienes adicción no puedes trabajar, o puedes pero no sabes lo que estás haciendo. La cosa es que te des cuenta, pidas ayuda y... de todo se sale, si quieres. Si no, no vale para nada", indica.

Luis Ángel es una de esas personas que te enternecen. No es nada en especial, sino su sencillez y su sonrisa franca. Él cuenta que fue marino durante años. “Una vida muy dura, sobre todo cuando pasas fuera de tu casa y lejos de los tuyos muchos meses”. Aunque nunca le gustó demasiado la mar, tampoco encontró nada mejor. Le daba para vivir y no creía poder dedicarse a nada más. "Con 50 años creía que no valía para otra cosa, nada más que para el mar. Esto de Insola me vino muy bien, porque aprendí a hacer otro trabajo que no estaba acostumbrado a hacer, y gracias a eso aprendí a meterme en un ordenador y buscas trabajo en páginas de planes de empleo", dice.

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