¿Derecho al descanso o derecho a hacer negocio con nuestra propiedad?

Cada vez son más las personas que deciden alquilar pisos turísticos para sus vacaciones

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Un nuevo estudio de un portal inmobiliario junto a la Universidad de Salamanca ha vuelto a dejar claro que los alojamientos turísticos en España están creciendo como la espuma. Solamente en este verano hemos superado las mismas cifras de los veranos entre 2013 y 2015. Cada vez más turistas deciden alquilar pisos turísticos para sus vacaciones. Esta decisión ha acelerado la proliferación de apartamentos y viviendas turísticas. Y es aquí donde comienza el conflicto entre la comunidad de vecinos y los turistas, quejándose los primeros del ruido, los desperfectos en zonas comunes o las horas de entradas y salidas.

En 'La Noche' de COPE hemos contado con Fernando Pastor, presidente del colegio de Administradores de Fincas de Málaga, y Carlos Pérez-Lanzac, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía para entender si prima el derecho el descanso o el derecho a hacer lo que queramos en nuestra propiedad privada. Todo esto viene a raíz de la nueva propuesta del gobierno de cambiar la Ley de Propiedad Horizontal. Una ley que está vigente desde los años 60 y en la que para la prohibición de un alojamiento turístico es necesaria la unanimidad de todos los vecinos. Este aspecto es prácticamente imposible de conseguir porque el dueño del alojamiento nunca va a estar de acuerdo. Por eso, con la modificación de la ley el gobierno central pretende cambiar el sistema de votación. Es decir, que pase de la unanimidad a los 3/5.

Los administradores de fincas y quienes defienden los alojamientos turísticos están de acuerdo en esta propuesta de reforma. Pero ambos señalan que es muy importante la regulación y el hecho de aprender a convivir. Además, también han destacado la posibilidad de reformar también la ley de arrendamiento urbano para que se identifiquen los distintos tipos de contratos. Lo que ambos no quieren es que este sector se vea perjudicado por un “turismo poco deseable”.

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