El tatuador sevillano que ayuda a superar complejos y pérdidas a golpe de aguja: "La tinta mitiga el dolor"
Manu Madrigal es un tatuador de Sevilla especializado en tatuaje reparador y ha sido el encargado de plasmar en la piel los tatuajes que Kisko
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¿Conoces a alguien que tenga un tatuaje? Estoy segura de que la respuesta de todos a esta pregunta es que sí, que todos tenemos a alguien cerca que los tiene. Los hay muy famosos, como los maoríes o los japoneses, los hay de diferentes tamaños, o en diferentes lugares, pero lo que tienen todos en común es que hay una historia detrás de ellos. Un amor, una anécdota con amigos o el mero placer de ver en tu piel un diseño que te gusta.
La historia que te contamos en 'La Noche' de COPE es la de alguien que ha usado los tatuajes para tener cerca a una persona que ya no está. El 5 de agosto de 2017, los trabajadores de un hotel de Tarifa sufrieron un grave accidente por la explosión de un transformador eléctrico. Mari Luz Morillo y Sara Ojeda fallecieron en ese accidente.
Francisco Javier Morillo, el hermano de Mari Luz, estaba allí y sobrevivió al accidente, pero su cuerpo quedó afectado por las quemaduras. Él ha querido que su hermana esté muy cerca de él y, sobre lo que en su día fueron ampollas, hoy hay tatuajes que la recuerdan. Kisko nos ha contado en 'La Noche' cómo se encuentra cinco años después del trágico accidente. Además, ha explicado qué tatuajes lleva en recuerdo a su hermana y qué significa para él llevarlos.
La historia del tatuador sevillano especializado en tatuaje reparador
Manu Madrigal es un tatuador de Sevilla especializado en tatuaje reparador y ha sido el encargado de plasmar en la piel los tatuajes que Kisko. En los micrófonos de COPE ha contado cómo surgió el hecho de dedicarse a esta profesión y cómo se siente cuando trata con clientes con historias realmente duras a sus espaldas.
En primer lugar, ha explicado que la técnica difiere un poco, ya que la piel es diferente: "Trabajamos con texturas que nos impiden hacer ciertas líneas, aprovechamos la piel en el diseño". Junto a esto, es esencial consultar con especialistas para tratar cada caso de manera particular.
"Siempre al principio, de hecho, hoy en día, sigo consultando con especialistas, cirujanos plásticos y estéticas. Cada piel es un mundo. Siempre consulto con los médicos y que sean ellos los que me digan si están en condiciones. Siempre hay que esperar un mínimo de un año, pero aun así cada caso es distinto", cuenta.
Además, ha confesado que no puede emocionarse con ciertos clientes: "Cada vez que trabajo con estas personas, cuando lo miras, ves los ojos chispeantes y te miran como diciéndote, ¿te puedo dar un abrazo?. Me emocionan. Llega un momento en el que te unes al cliente, sientes que eres parte de ellos. La tinta sí puede ayudar a aminorar el dolor. El tatuaje siempre tiene una historia detrás. Tapar ciertas zonas o hacer algo que represente a un familiar o mascota, hay un montón de sentimientos detrás y la tinta ayuda".