Una vecina de Muskiz, en 'La Noche': “El fuego estaba allí y subía muy rápido”

María Ángeles ha perdido el invernadero y tuvo que salir de su casa ante el incendio que afectó a esta localidad vasca.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Se esperan fuertes vientos en las previsiones del tiempo y eso no ayuda a que se apaguen los feroces fuegos en Asturias, Cantabria y algunas localidades del País Vasco. El pasado domingo, habían pasado pocos minutos después de las 20 horas y el fuego ya había empezado a consumir el bosque de Muskiz, en la provincia de Bizkaia. Ha sido uno de los 99 incendios que se han declarado en el norte de España en las últimas horas.

Beatriz Pérez Otín habla en 'La Noche de COPE' con María Ángeles, una de las vecinas que se han visto afectadas por este incendio.

El incendio ya ha sido extinguido pero se ha llevado por delante 110 hectáreas de su precioso monte, por suerte, no se ha lamentado ninguna víctima y no ha habido daños mayores. “Hay que superarlo y no ha sido tan grave como se preveía. Yo solo he perdido mi invernadero”, cuenta la vecina, que ya se encuentra más tranquila, después de ver que el fuego se acercaba a toda velocidad hacia su casa, en la que se encontraban su marido, su hijo, un amigo y ella misma.

Los habitantes del pueblo tuvieron que ser evacuados rápidamente de sus casas por la ertzaintza, por lo que María Ángeles no tenía esperanza de que sus animales pudieran salvarse. “Abrí las puertas a los animales para que pudieran huir del humo, estaban muy asustados y nerviosos. No esperaba que fuesen a sobrevivir. Pero por sorpresa, al regresar a casa encontramos que las vacas, los ponys y los perros estaban a salvo cerca de la puerta de casa”.

“Todos creemos que el fuego ha sido intencionado, porque no es normal que sea por la noche si ya no hay luz”, explica María Ángeles, que ha querido dar las gracias públicamente a los servicios de emergencias por su trabajo. “Quiero dar todo mi agradecimiento a los bomberos que han arriesgado sus vidas por salvar nuestras viviendas, ya que no dábamos ni un céntimo por nuestras casas”, concluye.