La decisión de vivir en un local y convertirlo en un hogar: "Comprarlo y reformarlo es más barato que un piso"

Según datos del portal inmobiliario Idealista, los alquileres han subido en el último año una media de un 9%, lo que los sitúa en máximos históricos. Si te quieres independizar, lo tienes complicado, aunque hay quienes optan por comprarse un local comercial. La gran revolución inmobiliaria se está produciendo en la venta de locales comerciales convertidos en vivienda, como hizo Joaquín Millán, que cuenta en 'La Noche de COPE' cómo compró un local de 60 metros cuadrados y ahora es su casa.

Nos situamos en Madrid, en una zona que se ha revalorizado mucho por la construcción hace unos años de un gran parque verde, Madrid Río. A la vera del río Manzanares. "Las viviendas cada vez son más caras en esta zona y comprar un local era una oportunidad que era una inversión mucho menor al hacer el cambio de uso y convertirlo en vivienda", explica Joaquín. No es tan fácil como lanzarse de cabeza a por un local, ya que tuvo que comprobar "que efectivamente se podía hacer un cambio de uso en ese espacio" porque "no todo local puede convertirse en vivienda".

Si Joaquín se hubiera lanzado a por un piso en condiciones más o menos parecidas a la que es ahora su local comercial reconvertido en hogar, le hubiera costado "el doble". "Para que fuese una vivienda, pues hay que hacer una reforma integral que en el fondo sería más o menos la misma cantidad que costaría si reformo un piso, o sea que en esa inversión estamos hablando de la misma cantidad", pero la gran diferencia está en que "comprar el local es más barato que comprar una vivienda".

La diferencia

"Por hablar en cifras concretas por esta zona, un piso de unos 60 metros a reformar, pues se paga fácilmente entre 170.000 y 200.000 euros, más hacer una reforma que puede costar fácilmente 40.000 o 50.000 euros", concreta Joaquín que contrasta con que "a precio de mercado un local cuesta entre 80.000 y 100.000 euros más la reforma por el mismo precio". Eso sí, pasas a vivir de una manera en la que abres la puerta de casa y estás en la calle. "Eso fue lo que más me costó al principio acostumbrarme", reconoce.

Hay muchos a los que esto les produce una gran sensación de inseguridad. Joaquín explica que no tiene "sensación de falta de seguridad": "La zona es tranquila, vives en un bloque de muchos vecinos y cerca de mucha gente". La pega que sí ve tiene que ver con cuánto tiempo se tarda desde que se toma la decisión de la compra hasta que uno se instala y se va a vivir allí. "Tienes que hacer un proceso legal para que se pueda realmente vivir dentro de una tienda", que en Madrid lleva "por lo menos seis siete meses". Joaquín también ve una gran ventaja en el hecho de que "puedes tener una vivienda con una configuración singular" donde "puedes inventarte una casa más a tu gusto y más especial".