Un vecino de Toledo se toma su particular venganza contra otro por ser "arisco": "Me quedaría callado"

En el dilema de los viernes de 'La Noche de COPE', un oyente del programa respondió así a qué harían si ven a otra persona que lleva su mochila abierta y puede perder algo

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"Lo tengo en la puerta de enfrente y cualquier cosa que le pueda perjudicar..."

José Manuel NietoRedacción La Noche

Publicado el - Actualizado

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Las personas se dividen entre las que llevan la mochila abierta y las que nos dicen que la llevamos. Es normal ver en el Metro a muchas personas que la llevan al hombro. Pero los hay que no son muy de cerrar las cremalleras y verificar que lo han hecho. Al final siempre se queda alguna de la mochila sin cerrar. Frente a esta confianza o, para algunos, inconsciencia, hay veces que se puede encontrar la preocupación cívica de alguien. Los hay que no se preocupan de un mal poco probable y los que se preocupan por uno seguro y de eso ha versado el dilema de esta semana en 'La Noche de COPE'.

En el programa lo hemos llevado al vecindario. Con esas personas con las que tenemos que convivir queramos o no que viven a nuestro lado durante toda nuestra vida. En este caso tenía que ver con un vecino que es arisco, serio, muy pesado en las reuniones de la comunidad. Ese vecino que no te cae nada bien, algún día coincides con esa persona en el portal y ves que lleva la mochila, el bolso o lo que se ha abierto. ¿Qué haces? Le dices: Oye vecino, perdona, que es que tienes el bolso abierto, no vaya a ser que te roben. ¿O pasas completamente y que le roben?

Es algo propio de las personas despistadas. Pero, aunque no han sido nunca bien vistos los despistes como dejarse la bufanda en un baño, el paraguas en la oficina, el móvil en casa o cosas un poco más graves como olvidar el cumpleaños de tu madre, u olvidarte de una cita importante, un reciente estudio asegura que ser olvidadiza o despistada no es algo malo, más bien al contrario, es un signo de alta inteligencia. La investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Toronto explica que las personas olvidadizas tienen la alta capacidad de deshacerse de lo insignificante y retienen lo que es relevante.

Los buhos

Jesús, el taxista de Huelva, es bastante duro con ese vecino al que odia y le "echaría alguna piedra lo primero que pillara por la calle y ya está y me callaría". José Antonio, el camionero de Huelva, le diría "que la lleva abierta y que haga lo que quiera" y cree que "incluso a raíz de ahí que no sea tan arisco". Todos conocemos a una o más personas que tienen una personalidad complicada o personas que sin tenerla, por cómo son, chocan sistemáticamente con nuestra forma de ser. Así que es una buena manera de empezar a lidiar con esta situación.

Pero este dilema parece que lo hemos hecho a medida de Carlos de Toledo. Menuda inquina tiene con su vecino: "Además, que lo tengo enfrente, en la puerta de enfrente, cualquier cosa que le pueda perjudicar me parece bien; me quedo callado porque es pesado, es arisco, es mala persona y bueno, todo lo que sea que le vaya mal... Vamos, me quedaría completamente callado, viera lo que viera que le pudiera perjudicar".

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