Amelia Earhart, ¿misterio resuelto?

¿Sabes quién fue Amelia Earhart? Pues una mujer que voló muy alto para hacer historia... y nunca mejor dicho. Nacida en Kansas, se hizo célebre por sus marcas de vuelo y por haber intentado la primera vuelta al mundo sobre la línea del Ecuador. Y digo haber intentado porque el sueño de Amelia se truncó en algún lugar del Pacífico, nadie sabe donde... sus restos no se hallaron jamás. Era el 2 de julio 1937, cuando la aviadora norteamericana partió a las 12:30 del Aeródromo de Lae, en Papúa Nueva Guinea, con la intención de completar una etapa más de su aventura... nunca llegó a finalizarla con éxito. Su Lockheed Electra bimotor desapareció en mitad del océano... Tenía 39 años. Aunque la mayoría de las hipótesis señalan que se estrelló en el mar... hay quienes tirando de imaginación se atreven a decir que se suicidó o que cayó prisionera de los japoneses. Será por decir...

Hace unos meses te contábamos que se cumplían 80 años desde su desaparición... Pues bien; hoy, Amelia Earhart vuelve a ser noticia. Un estudio forense ha determinado que los huesos hallados en un atolón del Pacífico en 1940 podrían ser los de la aviadora legendaria... El profesor de Antropología Forense de la Universidad de Tennesse, Richard Jantz, ha asegurado que “los los restos encontrados se asemejan más a Earhart que al 99% de los individuos”. De ser ciertas sus conclusiones, podría encontrarse explicación a las últimas horas de vida de la aviadora. A Amelia no se la habría tragado el mar, sino que, incapaz de finalizar su trayecto, habría buscado un aterrizaje en las proximidades de Nikumaroro.... En esta isla se ha encontrado de todo.. desde una navaja, hasta frescos de maquillaje y zapatos de mujer... No han sido pocas las hipótesis que situaban los restos de Amelia allí... pero da la sensación de que nunca antes se había estado tan cerca de resolver el enigma.

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Los huesos fueron encontrados en 1940 y se enviaron a las Islas Fiji para ser analizados. Se llegó a la conclusión que pertenecían a un hombre y, tras ello, se perdieron de forma misteriosa. El profesor Jantz siempre ha estado convencido de que esos restos son los que guardan el secreto... considera que la metodología empleada no fue la correcta y después de muchos años de investigación, comparando datos, análisis, escritos y fotografías de la aventurera, ha llegado a la conclusión de que podrían pertenecer a Amelia.

“Esto no ha terminado, muchos no van a reconocer mis hallazgos y tratarán de negarlos, pero sentí que podía aportar algo nuevo al caso y me he lanzado”, asegura el profesor Jantz. Habrá que esperar para saber en qué queda todo esto... pero muchos no pierden la esperanza de que esta investigación pueda dar al fin una respuesta. Se resisten a pensar que el recuerdo de esta aviadora continúa perdido en el fondo del Océano Pacífico.