Amnistía Internacional: "En Irán han sido ejecutadas dos personas, pero pueden venir muchas más detrás"
El portavoz de Amnistía Internacional en España, Ángel Gonzalo, desgrana la convulsa situación de Irán tras la ejecución del joven Majid Reza Rahnavard
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Recientemente hemos presenciado la terrible muerte de Majid Reza Rahnavard, el joven iraní de tan solo 23 años colgado de una grúa en una plaza pública al norte de Teherán. Es la segunda ejecución del gobierno de Irán por las protestas en el país. Resulta increíble que en pleno siglo XXI sigamos viendo imágenes atroces como estas que estamos viendo los últimos días.
Desde la muerta de la joven de Mahsa Amini por no llevar bien puesto el velo el pasado mes de septiembre, se suceden las manifestaciones, protestas y detenciones constantes, algunas de ellas han desembocado en este acto despreciable. Incluso la selección de futbol de Irán tuvo la valentía de no cantar el himno del país durante los partidos que disputaron en el Mundial de Qatar, en señal de protesta por todo lo que está sucediendo. Precisamente, el jugador de futbol Amir Nasr-Azadani puede ser el siguiente que pase por la horca.
Majid Reza Rahnavard fue acusado de apuñalar a dos agentes de la fuerza paramilitar del país durante las protestas, y ha sido ahorcado tan solo 23 días después de su arresto, antes de cumplirse el plazo legal de 20 para apelar. Su madre pudo visitarle en la cárcel pero no le dijeron que iba a ser ajusticiado. Y es que el Gobierno y la policía iraní amenaza, además, a las familias para que no cuenten que sus familiares están encarcelados.
Nos asombra en occidente la barbarie, hay una cierta reacción, pero la lejanía nos hace que pronto pasemos a otra cosa y le demos más importancia a otras cuestiones que nos afectan más de cerca. Ángel Gonzalo, portavoz de Amnistía Internacional en España, cuenta que la situación en el país es peor de lo que nos llega: "Estamos hablando de miles de personas que han sido detenidas. Ahora mismo tenemos confirmadas 28 personas condenadas a muerte como consecuencia de salir a la calle a protestar. Entre ellas, hay 11 que podrían ser ejecutadas de un día para otro porque no lo anuncian, como el caso de Reza, ni siquiera su madre lo supo." Gonzalo ha apuntado, además, que hay otras 3 personas que han sido juzgadas con cargos penados con la pena capital, y otros 6 que están a la espera de juicio o que podrían haber sido juzgados ya, porque la información no llega con facilidad desde Irán.
"Las cifras no reflejan exactamente la gravedad del problema. Que hayan sido ejecutadas dos personas es terrible, pero es que pueden venir muchos más detrás", comenta el portavoz de Amnistia. Según la ONG, en lo que llevamos de 2022, son 252 personas las que han sido ejecutadas en Irán por diferentes motivos, que en ningún caso eran delitos graves. En el caso de estas dos últimas ejecuciones, Ángel Gonzalo ha aclarado que han sido por "enemistarse con Dios", porque protestar en la calle es considerado en Irán como una acción en contra de Dios.
El ambiente en las calles del país es de incertidumbre y temor, como cuenta el portavoz de la ONG: "Una ejecución pública el mensaje que lleva siempre es el ejemplarizante. Las personas que están ahora mismo codnenadas y las que pensaban salir a la calle seguramente deben de estar asustadas por lo que pueda ocurrir, y sus familiares también."
"La comunidad internacional debería hacer más presión"
En cuanto a cómo se ve el conflicto y las protestas en el mundo, Gonzalo considera que la presión internacional hacía Irán debería crecer. "Nosotros abogamos siempre por la jurisdicción internacional, por perseguir estos crímenes desde otro lugar, puesto que en Irán está demostrado que el sistema judicial no funciona. El joven ejecutado recientemente ha sido sometido a un juicio injusto, tenemos información que así la atestigua. Ha sido sometido también a torturas, como muchas otras personas detenidas. Donde no hay un sistema de justicia independiente es muy dificil que exista justicia."
Por el contrario, la gente está mostrando apoyo desde diferentes puntos del mundo y de alguna manera les llega a Irán, segura el portavoz de Amnistía, a pesar de que recuerda que Irán es un lugar donde no hay libertad de expresion y hay censura, sobre todo en el acceso a Internet. "Las redes sociales están sirviendo como altavoz y esta llegando esa oleada de solidaridad", confirma Ángel Gonzalo.