El avance científico que permite a la policía encontrar a criminales: "Clave para resolver casos"

Cruz Morcillo ha explicado en 'La Tarde' la enorme base de datos de ADN con la que cuentan las Fuerzas de Seguridad del Estado para encontrar a criminales huidos de la justicia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Asesinatos sin resolver, violaciones antiguas, cadáveres sin nombre, robos violentos en viviendas... La policía encuentra un potente aliado para combatir todos estos crímenes en las bases de datos policiales de ADN. El año pasado, gracias a huella genética, se esclarecieron 236 asesinatos, entre ellos el de un asesino en serie ruso que vivía en Alicante y además se puso nombre a 185 cadáveres sin identificar. Alguien que sabe mucho sobre este tema es Cruz morcillo, quien ha explicado en 'La Tarde' que la “Base de Datos Policial de Identificadores Obtenidos a partir de ADN es una herramienta policial que participan Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d'Esquadra, Ertzaintza, Policía Foral e Instituto Nacional de Toxicología”.

Morcillo ha explicado también que “en ella se almacenan perfiles genéticos, todo el ADN que se recoge de los vestigios de un crimen, todo el ADN de las víctimas y también de todos los sospechosos detenidos e investigados”, y añade que “estos perfiles que se almacenan sirven para poder identificar restos cadavéricos o buscar desaparecidos”.

La base de datos permite búsquedas criminales y humanitarias a nivel local, nacional e internacionales. En el caso de los internacionales, los países que pueden acceder a esta base son los que están dentro del tratado de Prum, que a día de hoy son 23 países. Según Morcillo, a finales del año pasado la base ya contaba con 428.405 muestras indubitadas, de las cuales más de 17.000 se añadieron solo en 2022. Además de esas casi medio millón de muestras, "existen otras 121.000 muestras debitadas".

El avance científico que permite a la policía encontrar a criminales: Clave para resolver casos

"El ADN fue clave para resolver los casos"

Uno de los casos más recordados en el que ayudo esta base de datos fue el de Eva Blanco, una menor que fue asesinada en Algete en 1997 y a cuyo asesino se le detuvo en Francia en 2015, cuando el crimen estaba a punto de prescribir. El asesino vivía en aquel momento una vida tranquila con una nueva familia y pensaba que ya había conseguido evitar la acción de la justicia.

Otro caso parecido sucedió el año pasado con el que mencionábamos al principio del asesino en serie ruso. Morcillo ha detallado que “gracias a la ampliación de rasgos de ADN que se ha conseguido en los últimos años, la policía y la guardia civil lograron saber que Nikolai, un joven ruso que había vivido en Alicante muchos años, estaba detrás de tres casos que en apariencia no tenían relación”. Estos crímenes eran los de una funcionaria de justicia que fue encontrada en una acequia, el de un agricultor y el ataque a una limpiadora de Torrevieja en los que, según Morcillo, “el ADN fue clave para resolver los casos”.

Al parecer, el año pasado se encontraron más de 5000 muestras de ADN que fueron recogidas en escenarios de crímenes, y que pertenecen a sospechosos anónimos, y con eso, según ha explicado Morcillo, “son casi 100.000 los perfiles debitados que se incluyen en la base de datos”, estos pueden estar repetidos más de una vez, pero suele ser solo en el 5% de los casos.

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