Cómo preparar el debate electoral

Alejandro Arroyo, consultor de comunicación política y presidente de Asesores de Comunicación Pública explica en La Tarde cómo afrontar el debate electoral

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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A pocas horas del primero de los debates electorales que se van a celebrar de cara a las elecciones generales del próximo domingo, Alejandro Arroyo, consultor de comunicación política y presidente de Asesores de Comunicación Pública explica en La Tarde las claves del debate que esta noche van a celebrar Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera y cómo deben afrontarlo. Además, da consejos a cada uno de los candidatos.

Arroyo considera que "probablemente sean unos cuantos quienes decidan el voto tras el debate", pero se centra en cómo se debe acudir a la cita. 

Lo primero es "decidir qué personaje quieres respresentar". 

"Preparar las desactivaciones de las críticas del adversario", apunta. A ser posible, para ejecutarlas "de manera rápida y contundente".

"La clave está en quién impone su ritmo. Si estás devolviendo bolas es difícil meter la tuya", aclara utilizando un símil tenístico. 

"Los debates se pierden", por lo que aconseja tener cuidado con "una frase mal dicha, un exceso, una astracanada".

Recomienda Arroyo "interrumpir de manera moderada. Estar hábil para entrar cuando te toca sin resultar insolente". Pero reconoce que este aspecto es difícil llevarlo a la práctica.

Es más importante la credibilidad del mensaje que el mensaje en sí, aunque en este aspecto reconoce que ""la gente se sienta predispuesta" a estar a favor de uno u otro candidato. 

Un aspecto importante a tener en cuenta es que "no todos los candidatos van pensando en la misma gente", por lo que no todos los mensajes tienen que gustar a todos los que lo estén viendo. 

Alejandro Arroyo ha dado también un consejo a cada candidato: a Sánchez, tranquilidad, rotundidad para presentarse como el hombre que tiene el poder: a Casado, que no esté excesivamente con expresiones como las manos manchadas de sangre, o lo de amigo de etarras; a Rivera, que intentara salir del bloque de las derechas donde lo va a querer encasillar Sánchez; y a Pablo Iglesias que no se fije solo en la derecha, porque está peleando por los votos de Sánchez.