Jesús Alberto López, científico: "El jet no es algo que pueda captar el ojo humano"
En la Tarde de COPE hemos hablado sobre la descarga eléctrica más grande que se ha visto.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es probable que nunca hayas oído hablar de lo que es un “jet gigante” Precisamente, desde hace días se está hablando mucho de este fenómeno eléctrico gracias al trabajo de una serie de investigadores del Grupo de Investigación de Rayos de la Universidad Politécnica de Cataluña del Campus de Terrasa , que junto a un colega de la Universidad de Duke (Estados Unidos), han conseguido fotografiar por primera vez el preciso instante en el que se forma un “jet gigante”.
Hablamos de la descarga eléctrica más grande que se conoce. Su fuerza es tan intensa que conecta la tormenta con la isosfera. Es un fenómeno considerado excepcional y se inicia en la nube como un potente rayo hacia arriba creando una forma muy característica. Es azulado en la parte inferior. La parte superior, que puede llegar a los 90 kilómetros de altitud, es ramificada y de color rojo A ese grupo de investigadores pertenece el colombiano, Jesús Alberto López.
Jesús Alberto López ha afirmado en La Tarde de COPE: “Un jet gigante es la descarga eléctrica que se origina debido a los intensos rayos que se forman en las tormentas eléctricas, rayos que logran escapar de la parte alta de la tormenta y luego siguen propagándose en la alta atmósfera y llega a la isosfera”. “Es un rayo ascendente, en término más coloquiales, es un puente que conecta las tormentas y conecta hasta 90 kilómetros de longitud” comenta el científico.
Jesús Alberto cuenta que estamos hablando que para producir ese tipo de descargas se deben tener voltajes de millones de voltios, que es una energía bárbara. El investigador añade: “Esto no es algo que se vea a simple vista, la vista humana no puede captar este tipo de fenómenos”. Hubo una temporada de 3 meses de observación en Colombia en los que nos pasábamos toda la noche despiertos, con nuestros equipos y nuestras cámaras para ver cuando podía haber posibilidades de que se generaran este tipo de descargas.
"Fue muy emocionante saber que éramos los primeros en ver un jet gigante de esta manera, fue una gran satisfacción a nivel personal y a nivel científico", concluye el investigador.