La lección de vida de Coro y Alejandro: van a China a adoptar a un hijo, y eligen la opción más generosa

Coro era quien contaba esta historia vital en 'La Tarde' y hablaba de las dificultades para adoptar por esta vía y en qué consiste la fórmula de adopción por la que optaron

Ana Rumí

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Paciencia, mucha actitud y, otra vez, paciencia. Son algunos de los ingredientes que se requieren para ser padre, aunque, como siempre, no hay una fórmula establecida y se va aprendiendo conforme se va adquiriendo la experiencia.

Y si ser padre es un trabajo arduo, complicado y requiere de esa paciencia infinita, tanto lo es más para esos padres que están en proceso de adopción. Solo en España, la media de espera para adoptar un niño es de 9 años. Pero, si no quieres esperar tanto tiempo, hay una forma distinta de acelerar los tiempos.

Esta fórmula es conocida como el "pasaje verde" y es la que eligieron Coro y Alejandro. Son un matrimonio de 47 y 49 años, respectivamente, con tres hijos biológicos, que quisieron ampliar su familia. Sabían que para ellos la mejor manera era la adopción, y "ofrecer su familia" a quien la necesitase.

Fue entonces cuando acudieron a una agencia de adopción, y, en esa reunión, les dijeron que el tiempo de espera podría ser largo si querían "un niño normal".

"Nos sorprendió, no habíamos dicho qué tipo de hijo queríamos, es ofrecerte para un niño que lo necesita, no había decisión que tomar" decía Coro en La Tarde. Lo cierto es que, como ella misma explicaba, lo que ellos querían era "un niño que existiera", y amarlo y acogerlo sin condiciones.

Esta fórmula consiste en adoptar un niño que tiene algún tipo de disfuncionalidad, y que no suelen estar dentro de esa lista eterna de espera. "Es un abanico inmenso, cualquier cosa que se salga de lo normal, de lo estándar. Desde que les pase algún miembro, niños con labio leporino, que aquí se opera, cardiopatías de todo tipo, y discapacidades más grandes, retraso general del desarrollo, parálisis cerebral..." decía Coro.

La opción más generosa para ofrecer una vida mejor

Fue entonces cuando les hablaron sobre "el pasaje verde" y decidieron utilizarlo sin problemas. Y es que no querían hacer esperar a un niño que les necesitase, y así fue como llegaron sus cinco hijos, desde China.

"Fuimos a ciegas, lo pensamos antes del tercero, pero por fin llegó y queríamos ampliar la familia. Tuvimos una preparación con el tercero porque tuvo que estar en la UVI, cuando llegué días más tarde a verle no sabía cuál era mi hijo y a toro pasado veo que fue la preparación para ver que puedo ser madre para el niño que me pongan en los brazos. A partir de ese momento, lo vimos como una llamada" contaba Coro.

No ha sido nada fácil para ellos, porque, aunque ya sabían lo que implicaba ser padre, necesitaban prepararse para acoger a esos niños con los brazos abiertos.

Hermanos

"Es una cosa de todos, y también del niño que llega, se habla de la preparación de los padres, pero es necesario la preparación del niño, no podemos dar por hecho que le va a parecer bien todo" decía Coro.

Considera, cuando se lo preguntamos, que su familia y ella no han hecho nada excepcional, sino que era "lo que teníamos que hacer. Es un anhelo, la huella que Dios pone en el corazón, y no ves otra opción. Fue algo automático, no fue una elección, era lo lógico. Nos apuntamos en la vía ordinaria y nos dijeron que había estos tiempos tan tremendos" explicaba.

La colaboración de toda una familia

Coro confiesa que la gente "alucina" cuando toda la familia acude a algún lugar, porque es numerosa y se lo pasan en grande. El rango de edad está entre los 24, que tiene su hija mayor, hasta los 12 años que tienen los dos últimos.

Por desgracia, no todo ha sido fácil, ya que uno de sus hijos adoptados murió cuando tenía solo seis años. Aunque fue un golpe duro para toda la familia, sabe que les sigue ayudando desde el Cielo.

Todos sus hijos han colaborado y mucho para que esta experiencia saliera de maravilla.

Niños en China

Sus tres hijos mayores, los que tuvieron antes de decidirse a adoptar, les acompañaron en esos viajes al país, porque para toda su familia era importante que vieran este proceso y acogieran a sus cinco hermanos como se merecían. "Tienen mucha conciencia de equipo, cuando hemos ido a China hemos ido todos. Para mí era muy importante que participaran todos, es importante que se vea todo de primera mano, que vivan en verdad" decía.