Los aviones espía de EEUU en los años 40 y 50 que localizaron tres campamentos romanos en León

 A Cortiña dos Mouros/Campo do Circo, A Serra da Casiña y As Penas de Perturexe son los tres campamentos legionarios hasta ahora desconocidos.

Los aviones espía de EEUU en los años 40 y 50 que localizaron tres campamentos romanos en León

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Guerra Fría tuvo una derivada no esperada en España: la arqueológica. Entre 1945 y 1946, dentro del Proyecto Casey Jones, las fuerzas aereas de EEUU llevaron a cabo en España estudios fotogramétricos. Aunque la idea era ayudar al avance de los aliados en las ultimas fases de la Segunda Guerra Mundial, pronto viró hacia una herramienta destacada en el enfrentamiento entre superpotencias.

Sin embargo, entre 1956 y 1957, los norteamericanos volvieron a repetir la operación, 60 mil fotogramas en blanco y negro a escala 1:33:000. en estos negativos, aparecían, nuevamente, tres descubrimientos arqueológicos en el limite de las comunidades de Castilla y León y Galicia. Nadie supo interpretarlas hasta que los expertos de la Junta castellano-leonesa, de las universidades de Santiago de Compostela, Oviedo y del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC decidieron combinar aquellos datos con las nuevas tecnologías.

José Manuel Costa García, investigador de la Universidad Santiago de Compostela, cuenta "La Tarde"qué campamentos se han encontrado, “ tres recintos no se habían conseguido identificar bien. Muy curiosos porque se engloban en una serie de descubrimientos de estos últimos años, en esta zona más occidental de la Cordillera Cantábrica y que empiezan a revelar una presencia militar romana en la antigüedad”.

David González, investigador de la Universidad Santiago de Compostela u del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC, afirma que la investigación comienza cuando, “ hace pocos años diferentes equipos de investigación empezaron a tratar con estas fotos históricas para tratar de encontrar restos que hoy estuviesen desaparecidos ”. “ Observando estos documentos antiguos fuimos capaces de reconocer algunos de estos enclaves militares”.

González, cuenta como han ido cambiando los años, ya que, antiguamente las fotografías se encontraban en los institutos de cartografía y de geografía, sin embargo, en los últimos años “se ha adherido a una política de disposición en abierto hacia la ciudadanía u hacia la comunidad investigadora de estos documentos y se han ido cargando en una plataforma digital que tiene el centro nacional de investigación geográfica del gobierno.”

José Manuel Costa, afirma rotundamente que merece la pena excavar para así poder averiguar qué hay debajo. “ El problema es, hasta que punto una intervención nos puede dar los resultados que nosotros esperamos. En arqueología siempre somos muy prudentes. Nos gusta no tocar anda que no sea necesario tocar.” concluye.