Los talleres cambian más motores que nunca y los buscan de segunda mano: "Nos ponemos en el lugar de la gente"
Carlos es mecánico y cuenta en 'La Tarde' que ha tenido que cambiar su forma de trabajar durante los últimos meses por la inflación y la falta de suministros
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Un coche híbrido tiene un sonido muy estruendoso. Eso se da porque no tiene catalizador: lo han robado. Es la pieza que purifica los aires contaminantes y los purifica y los convierten en gases nobles. Los roban porque valen más de mil euros. “Son 1.400 euros más IVA”, explica Carlos, un mecánico de Madrid, en 'La Tarde', con Pilar Cisneros y Fernando de Haro. Pero además, no hay suministro de las piezas: no llegan los recambios, pero tampoco los coches.
Las familias están manteniendo su coche más tiempo de lo que solían hacerlo. Intentan alargar la vida útil de los vehículos al máximo por dos razones: en primer lugar, porque no hay disponibilidad en el parque móvil; en segundo lugar, porque la inflación lo ha convertido en una pieza casi inaccesible para las familias medias. En definitiva, muchas familias están alargando el uso de su coche.
Los talleres están hasta arriba de trabajo: “Es un trabajo más tecnificado”, detalla Carlos, un mecánico de Madrid, porque “tienes que innovar”. Se da porque tienen que buscar las piezas, motores de segunda mano… “tienes que adaptarte”, señala el mecánico.
Debido al alargamiento de la vida útil de los vehículos, los talleres han tenido que adaptarse su trabajo a las nuevas necesidades de los clientes. Carlos ha tenido que cambiar “siete u ocho motores”, que es la parte fundamental de los coches. Algo impensable hasta hace relativamente poco tiempo, ya que el coste de estas piezas empujaba a lo usuarios a optar por adquirir un nuevo medio de transporte. Por eso, a veces pasan a buscar el corazón del coche de segunda mano, con el riesgo que ello conlleva para los propios talleres, ya que no tienen la seguridad de que vaya a funcionar con la misma eficiencia, pero igualmente tienen que responder ante el cliente. Pagan un poco más de dinero porque se ponen “en el lugar de la gente”.